Los análisis de cuatro molares fosilizados recientemente excavados a lo largo del margen izquierdo del río Yuruá en la Amazonía peruana sugieren que otro linaje de primates distinto del 'Platyrrhini', hasta ahora considerado como el único grupo de primates que ha habitado el Nuevo Mundo, también ocupó el Nuevo Mundo durante un breve periodo de tiempo.

Los dientes se parecen mucho a los de 'Parapithecidae', una familia extinta de primates de orden superior que residía en el norte de África alrededor del Eoceno (hace entre 56 y 33,9 millones de años) y el Oligoceno (entre 33,9 y 23 millones de años). Al igual que los antepasados de los primates 'Platyrrhini', estos primates originarios de África atravesaron potencialmente el Atlántico, un océano más estrecho pero turbulento en ese momento, hace unos 35-32 millones de años, según postulan los investigadores.

Sus resultados ofrecen otro detalle intrigante sobre los orígenes de los mamíferos del Nuevo Mundo y pueden ayudar a entender cómo los antepasados dieron forma a una de las regiones con mayor biodiversidad en la Tierra.

Erik Seiffert y sus colegas analizaron los dientes de primates descubiertos en un depósito sedimentario de 100 metros de largo a lo largo del río Yuruá y descubrieron que estos dientes eran radicalmente diferentes (más grumosos y bulbosos, entre otras características) que los de los 'Platyrrhini'.

El análisis de probabilidad estadística colocó a la especie, que los autores nombraron 'Ucayalipithecus perdita', en lo más profundo de los grupos de primates africanos 'Parapithecoidea' y 'Parapithecidae'. Los antepasados de 'Ucayalipithecus' posiblemente viajaron en balsa al Nuevo Mundo al otro lado del Océano Atlántico en la época en que los niveles del mar habían caído, en un evento de rafting independiente de las platyrrhinos africanos, según mostraron los análisis.

Tanto los parapithecids como los platyrrhinos deben haber sido notablemente adaptables a las duras condiciones para haber sobrevivido al cruce, señalan los autores. A su llegada, los primates también debían de haber tenido que ajustar inmediatamente su comportamiento de búsqueda de alimento a la tierra desconocida y competir por comida y territorio, ya que ambos parecían haber perdurado al mismo tiempo, durante al menos 11,5 millones de años.

Por lo tanto, estos primeros primates probablemente eran altamente resistentes y versátiles en cuanto al comportamiento, dicen los autores. Los resultados del estudio se publican en 'Science'.