Como ya ocurriera el pasado mes de noviembre durante la gala de entrega de las Estrellas Michelin, el restaurante Magoga de Cartagena volvió a ser protagonista ayer en una de las noches más importantes de la temporada culinaria. Fue la pasada noche, esta vez en San Sebastián, y durante la presentación de la Guía Respol 2020, que si el año pasado le entregaba su primer 'sol' -una suerte de sello de calidad reconocido como uno de los máximos galardones del sector a nivel nacional-, este lunes le concedía el segundo, convirtiéndose así en el único establecimiento de la Región en mejorar con respecto a la guía de 2019.

Con este premio, Magoga alcanza a El Olivar de Moratalla, que, de la mano del chef Firo Vázquez, era hasta ahora el único restaurante murciano con dos soles, pero todavía continúa un escalón por debajo de la Cabaña Buenavista de El Palmar, que un año más, y merced al trabajo de Pablo González-Conejero, mantuvo los tres que los expertos de la guía le concedieron en 2015. Y es que, a excepción de Magoga, el resto de locales con soles en la Región se han quedado como estaban. Así, El Churra, el Alborada, el Morales y La Seda, de Murcia; El Albero, de Ceutí; el Barahonda, de Yecla; El Sordo, de Ricote; el Loreto, de Jumilla; el Venezuela, en San Pedro del Pinatar, y el Malvasía, en la Playa Honda de La Manga del Mar Menor, se quedan con uno. La Región mantiene de este modo trece restaurantes en la guía.

La «esencia de la huerta»

Pero, además, el reconocimiento a Magago fue doble, ya que la Guía Repsol quiso destacar a cinco cocineras a nivel nacional por «poner en valor la esencia de las huertas, bosques o el mar que las rodea»: por un lado, a Esther Manzano, de La Salgar, en Gijón, y Rosa Luz Ruisánchez, de La Huertona, en Ribadesella; también a Elena Lucas, de La Lobita, en Navaleno, y Lucía Freita, de A Tafona, en Santiago. Pero, sobre todo, claro, a María Gómez (Magoga), de quien destacó su «obsesión» porque el comensal conozca «todo el potencial del paisaje cartagenero», como los pésoles del Campo de Cartagena, el tocino chato o la lecha de las almadrabas murcianas. «Pescados del Mediterráneo y el mar Menor, arroz de Calasparra, hortalizas del Campo de Cartagena y carnes de la Región conviven con un envidiable carro de quesos», apuntarón los especialistas de Repsol.

Otros premiados

No obstante, a nivel nacional, los grandes protagonistas de la noche fueron el Culler de Pau, en O Grove (Pontevedra), y Les Cols, en Olot (Girona), los dos únicos restaurantes de España que anoche recibieron su tercer sol, la máxima distinción que otorga la Guía Repsol, que este año estrenaba además nuevo sistema de calificación en colaboración con el Basque Culinary Center y gracias a medio centenar de inspectores que han visitado más de 1.300 restaurantes durante 2019.

Comandados por Javier Olleros y Fina Puigdevall, respectivamente, se trata de dos restaurantes rurales que comparten «dificultades» -«hay gente que no sabe de nuestra existencia», dijo la chef de Les Cols-, pero que saben aprovechar las ventajas de su ubicación, creando una «cocina de pueblo basada en el producto ecológico y sostenible», defendió Olleros.