"¿Te quieres casar conmigo, Ana?" Este fue el saludo del sargento Samuel Sánchez Alcaide, perteneciente al Regimiento de Infantería Ligera Soria 9, con guarnición en Puerto del Rosario, a su novia Ana Rivero nada más bajarse del avión que le traía desde Irak. Con un ramo de flores en sus manos, le puso el anillo de compromiso y se fundieron en un apasionado beso sellando el acuerdo matrimonial. Ana, sorprendida por la propuesta, aceptó el reto lanzado por su futuro esposo al que no veía desde hacía seis meses.

La propuesta de matrimonio del sargento Sánchez Alcaide rompió ayer en el aeropuerto de Fuerteventura el guion habitual de la llegada de los militares procedentes de misiones internacionales. Abrazos intensos, besos y alguna que otra lágrima de los familiares jalonaron la arribada del tercer y último contingente del Regimiento de Infantería Ligera Soria 9 en Irak. Este se diferenció de los anteriores tanto por el número de efectivos como por el enorme retraso de más de tres horas del avión procedente de Atenas tras haber partido de Bagdad a las dos de la madrugada hora local. La escala para cambiar la tripulación en el aeropuerto griego y la tormenta que caía en ese momento fueron las causas que determinaron el retraso. Inicialmente y, como en las anteriores ocasiones, se había anunciado la llegada del Boing 727 de la Compañía Air Europa para las siete de la mañana pero su aterrizaje no se realizó hasta tres horas más tarde.

Los más de 160 soldados de este última rotación fueron recibidos en la misma terminal de viajeros por el teniente general jefe del Mando de Canarias, Carlos Palacios Zaforteza, y el general jefe de la Brigada Canarias XVI, Venancio Aguado de Diego, quienes agradecieron a los militares el trabajo realizado en el país asiático. Este contingente ha sido el primero conformado a base de unidades del Mando de Canarias en este escenario, concretamente sobre la citada Brigada canaria que intervino como unidad principal, aportando unos 350 militares.

El coronel del Regimiento de Infantería Soria 9 Waldo Barreto Caamaño, que fue el jefe del contingente en el país asiático, señaló a su llegada al aeródromo majorero que "con la de hoy es la última rotación del contingente que fue a Irak". "Estamos todos de vuelta, los mismos que nos fuimos, que es lo mas importante, y con la sensación de la misión cumplida", añadió. Explicó que han "adiestrado a más de 5.000 soldados y policías iraquíes con lo cual creo que hemos regresado dejando a Irak un poco más seguro, lo que también significa que España es también un poco más segura".

También recalcó que la misión transcurrió "sin ningún problema". "Hemos pasado calor, hemos trabajado mucho pero, gracias a Dios, no tuvimos ningún incidente importante".

El núcleo principal lo ha constituido el personal del Regimiento de Infantería Soria 9. Además, había personal del Batallón de Zapadores XVI; del Batallón del Cuartel General; del Regimiento de Infantería Tenerife número 9; del Grupo Logístico XVI; del Grupo de Caballería Ligero Acorazado XVI y del Regimiento de Artillería de Campaña número 93.

Junto a las citadas unidades se integraron otros efectivos procedentes de la Península como el Regimiento de Inteligencia número 1; Mando de Operaciones Especiales; y Guardia Civil. El número total ascendió a un total de unos 550 efectivos que han estado formando parte de una coalición internacional de 74 países en el marco de las operaciones en la lucha contra el terrorismo del ISIS iniciada desde el pasado mes de mayo.

Emoción

Los familiares de los componentes de la tercera rotación de los militares que participaron en la misión internacional en Irak animaron la terminal de llegadas del aeropuerto majorero. Pancartas que portaban los hijos de los soldados y numerosas banderas españolas adornaban el espacio donde se vislumbraba un ambiente festivo.

Los pequeños se mostraban atentos a la apertura de las puertas y, desde el mismo instante en que observaban a sus padres o familiares, salían corriendo a abrazarlos y a entregarles los carteles que les habían escrito. Fueron momentos de máxima expectación y alegría para to- dos ellos y más si cabe para Ana Rivero, prometida y futura es-posa del sargento Samuel Sánchez Alcaide.