Dormir de forma adecuada juega un papel fundamental en nuestro estado de salud. Lograr un sueño de calidad y reparador resulta vital para lograr el equilibrio físico y mental necesario para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Además, dormir bien tiene una relación directa con el desarrollo de metabólicos fundamentales para garantizar la capacidad de concentración, memoria y autocontrol de las personas a lo largo del día.

La calidad de nuestro sueño depende de muchos y muy variados factores, como las horas de descanso, la alimentación, actividad física, nivel de estrés, uso de aparatos electrónicos antes de irse a la cama...

Otro de los condicionantes es la postura que adoptamos al dormir, algo fundamental para lograr un descanso verdaderamente reparador. Y es que no adoptar una posición adecuada puede ser fuente de problemas de salud como dolores en las articulaciones o dificultades respiratorias.

Aunque la posición corporal en la cama depende de cada individuo, lo cierto es que varios estudios científicos han llegado a la conclusión de que algunas posturas son mejores que otras para lograr un sueño reparador y de mayor calidad y evitar posibles problemas de salud.

Para los expertos, dormir boca abajo es la peor de las opciones, ya que la cara queda aprisionada contra la almohada y la torsión a la que sometemos al cuello hace que modifiquemos la curva cervical, lo que puede originar dolores de espalda. Otro inconveniente de esta postura es que dormimos sobre el estómago y el pecho, impidiendo así una respiración fluida mientras dormimos.

En cambio, dormir boca arriba es más recomendable, ya que en esta posición el estómago queda por debajo del esófago, de manera que se evita la acidez y el reflujo. No obstante, en esta postura se dificulta el paso del aire, con lo que se propicia la aparición de los molestos ronquidos y las apneas del sueño porque la lengua se desplaza hacia la faringe obstruyendo el paso del aire.

Entonces, ¿cuál es la mejor postura? La mayoría de expertos coinciden en que si se analizan beneficios y perjuicios, la mejor postura para dormir es de lado, ya que si se adopta una postura fetal se alivia la tensión en la zona lumbar. De esta forma se evitan los dolores cervicales y de espalda. Además, también se combaten los reflujos estomacales y se mejora la respiración, ya que el aire circula mejor por nuestro organismo.

Por otra parte, cabe señalar al dormir de lado es mejor hacerlo del lado izquierdo que del derecho. ¿Por qué? Porque se facilita el tránsito intestinal y el paso de los residuos desde el intestino grueso al colon. Además, se evita que los ácidos estomacales asciendan hacia la boca, lo que puede provocar reflujos gastrointestinales o acidez. También se favorece la actividad del páncreas.

Además, expertos como el doctor John Douillard recomiendan recortarse sobre el lado izquierdo para hacer más fácil que el bombeo de sangre desde el corazón al resto del organismo. La vena aorta traza una trayectoria arqueada hacia la parte izquierda y llegar así al abdomen. Asimismo, se ayuda al drenaje linfático.

Por otra parte, recomiendan dormir sobre el lado izquierdo para liberar la vena cava, lo que permitirá que la circulación de la sangre sea más fluida y no encuentre presiones y llegue mejor a todas las partes del organismo.

Por último, los defensores de dormir sobre el lado izquierdo señalan que de esta forma la columna vertebral queda más alineada, lo que permite un mejor descanso de todo el sistema muscular que rodea a la espalda.