Uno de los temas 'estrella' a la hora de que un contenido se viralice en las redes es el tocante a las mascotas. La creciente sensibilidad hacia los animales y la deriva del mundo a la lucha por sus derechos ha provocado que cada vez sean más las personas en las que imágenes como la que nos ocupa, y que se hizo viral la semana pasada en Nueva Jersey, remuevan sensaciones parecidas a aquellos temas anteriormente considerados como 'de interés humano'. Y es que no podemos resistirnos ante ciertas historias como la de Moose, el enésimo Hachiko de Internet.

Este labrador de tres años espera sentado junto a una cama de hospital a que su dueño, cuya identidad no ha sido facilitada por respeto a su recuerdo, vuelva de alguna de las salas de pruebas o curas a las que siempre le trasladaban los enfermeros. Con la salvedad de que, por desgracia, esta vez no va a volver. Su dueño ha fallecido, aunque el perro o permanece ajeno, o no es capaz de procesarlo con su cerebro cánido o quizá simplemente no le importa. Y espera. Por ello la asociación Northstar Pet Rescue, que se hizo cargo de él, decidió que qué mejor instantánea ofrecer de Moose a la hora de buscarle un nuevo hogar que esta que demuestra que su fidelidad es capaz de trascender incluso a la muerte.

El resultado fue el esperado. En tan sólo 48 horas la imagen había traspasado todas las fronteras físicas que no existen para la red de redes y acumulado miles de comentarios y likes. Aunque lo verdaderamente importante es que el refugio recibió decenas de llamadas de personas que estaban deseando dar un nuevo hogar a Moose, y una de las familias, calificada de "maravillosa" por la asociación, le acogió en su hogar.