La historia de Charlie y Maverick está dando la vuelta al mundo gracias a una cuenta de Twitter que se dedica a difundir historias curiosas sobre perros y resulta que la de esta pareja es especialmente enternecedora. Charlie es un golden retriever de 11 años que recientemente perdió ambos ojos por el glaucoma, por lo que sus dueños decidieron adoptar a Maverick, un pequeño (y algo revoltoso) cachorro de cuatro meses para que le hiciese compañía y fuese su perro lazarillo.

Inspirados por otras tantas historias similares en la red, la familia pensó que Maverick podría ayudar a Charlie fuera de casa y que Charlie enseñaría a Maverick a comportarse, tanto dentro como fuera, por lo que ambos perros saldrían ganando con su compañía. Sin embargo, lo que ha vuelto su historia viral es que, según cuentan sus dueños a través de su cuenta de Instagram, todo lleva su proceso, y el pequeño cachorro necesita aún un poco de práctica con eso de ser los ojos de un perro tan mayor.

La pareja va narrando sus progresos a través de su cuenta de Instagram: