Madre de dos hijos, trabajadora incansable y deportista desde que era una niña. María del Carmen Romero Molina ha sido campeona nacional y logrado grandes éxitos internacionales en deportes como kick-boxing, boxeo, full-contact y muay-thai. Ahora es boxeadora profesional. Estuvo en el equipo nacional y se quedó a un paso de estar en unos Juegos Olímpicos. Ahora, con 33 años y un niño de diez y otro de cuatro, Abraham y Aarón, será distinguida hoy en los premios 8 de Marzo por ser un ejemplo de superación. Pero ella, que no solo practica el boxeo, no podrá estar en el acto debido a que está viajando a Tailandia para disputar el Campeonato del Mundo de muay-thai como representante española. «Me ha encantado que me reconozcan con este premio, pero es una lástima que no pueda estar allí», afirma 'La Bicho', como es conocida, quien agradece a la alcaldesa de su localidad, Mari Ángeles Túnez, y la concejala de Igualdad, Sonia López, «que pensaron en mí para proponerme para este galardón».

Con solo 4 años, Romero ya practicaba kung-fu. Pasó por diferentes artes marciales y terminó casándose con su entrenador, con quien tuvo un hijo muy joven y seis años después tuvo el segundo. Solo en los dos embarazos ha estado alejada del deporte esta lumbrerense que también se gana la vida dando clases a niños desde los cuatro años en el pabellón de El Esparragal. Después de ser dos veces campeona del mundo amateur de kick-boxing, tres de Europa y cinco de España, además de ganar dos copas Ibéricas de full-contact, hace diez años se adentró en el boxeo. En este deporte olímpico fue tres veces medalla de oro en los nacionales y estuvo concentrada en el Centro de Alto Rendimiento con la selección española. También trabajó como vigilante de seguridad en Lorca para tratar de ganarse la vida, ya que en el boxeo amateur «las ayudas eran muy pocas. De hecho, cuando logré la medalla de plata en Grecia no me dieron nada», afirma. Por ello dio el salto al boxeo profesional, que «está mejor pagado. Al menos hago una pelea al mes, aunque los golpes te duelen mucho más. El problema es que con dos hijos yo no podía estar concentrada con la selección, porque apenas recibía dinero. Ahora, siendo profesional, tengo más peleas y están organizando para el 10 de mayo en Murcia el Campeonato de España, donde tengo el objetivo de ganar y presentarme al Europeo», explica una mujer que no entiende por qué «en el tenis o el baloncesto pueden participar jugadores profesionales en unos Juegos Olímpicos, y en el boxeo no es posible, solo los amateurs. Es algo incomprensible, pero es así y por eso di el salto al profesionalismo». El frenético ritmo de vida que lleva Romero es gracias a todo el apoyo que tiene de su familia: «Cuando no se ocupa mi madre de los críos lo hace mi suegra, y si no, mi marido, que también es mi entrenador. Por eso puedo seguir así, porque tengo mucho apoyo, porque de lo contrario sería imposible». ¿Y sus hijos, qué opinan? «Ellos están muy acostumbrados, pero el otro día el pequeño se levantó preguntándome cuándo voy a ser una mamá normal. Por ejemplo, me pierdo sus cumpleaños y eso lo notan mucho ellos. Es lo más duro», dice resignada, aunque es «una apuesta que he hecho y que mantendré hasta que me retire, pero aún queda tiempo para ello», añade. En el horizonte tiene muchos retos. «Me queda mucho por hacer. Hay mujeres con 40 años que son campeonas del mundo y yo tengo 33», advierte una lumbrerense ejemplar.