La Cabalgata de los Reyes Magos no ha gustado en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Torrevieja. En la homilía de la fiesta de la Epifanía, su vicario, Pedro Payá, criticó con dureza la celebración del desfile de la tradicional tarde-noche de Reyes organizada por el Ayuntamiento de Torrevieja, porque no culminó con la adoración de los tres Magos de Oriente a la imagen del Niño Jesús ofreciéndole oro, incienso y mirra. "Si a lo que vienen (los Magos) no es a adorar al Niño Jesús, es mejor que no vengan", sentenció en referencia a la organización de este esperado evento festivo que, en su última edición no cumplió en la ciudad con el requisito de recrear al de su itinerario la adoración descrita por San Mateo (2, 1-12).

Molesto con el uso que se hizo en la cabalgata torrevejense (y por extensión en todas aquellas que no culminaran con la estampa de la epifanía), el vicario recordó que la tradición de los Reyes Magos de Oriente es una tradición cristiana "le pese a quien le pese". "¡Es nuestra! Nos están robando. Nos están quitando lo nuestro", aseguró con vehemencia desde el púlpito mientras recordaba que los Magos "traían oro, incienso y mirra, y no vi ninguna de esas cosas anoche ¿será que este año no vienen?", se preguntó.

El criticado desliz, fallo puntual de coordinación, tuvo contestación directa en la diatriba del sacerdote que en una de las misas del día de Reyes animó a los feligreses que celebraban la Eucaristía a "que no nos quiten lo nuestro, difundámoslo. Los mejores nosotros".

El vicario de la parroquia de la Inmaculada rechazó además la apropiación que el gobierno municipal (integrado por PSOE, Los Verdes, IU, Aptece), y por extensión otros ayuntamientos cuyas cabalgatas no culminen según la normativa católica, hacen de una tradición cristiana como la de los Reyes Magos. "Cogen de nosotros lo que les gusta (...)lo que popularmente es imposible de quitar. Pero, ojo, que no nos quiten la esencia. Si los Magos de Oriente no vienen a adorar a Jesús, no sé qué hacen aquí (...), ahora a todo el mundo le gustan los Reyes Magos. Los Reyes Magos sí. Otras cosas de la Iglesia, no", sentenció.

El origen del enfado del joven vicario estuvo en el acceso a la Iglesia. Cuando la Cabalgata llegó a la plaza de la Constitución dos niños estaban esperándolos en la escalera con la imagen de un Niño Jesús para escenificar, como todos los años, la adoración del niño. "Pasaron de ellos", según aseguró un familar de los chavales.

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ContenidoTambién se han producido críticas al propio contenido de la Cabalgata, que alternó un espectáculo con actores, música, disfraces, fantasía, hichables y acrobacias ajenos a la tradición navideña, con las carrozas y entrega de caramelos de los pajes y un paso fugaz para una espera larga. No muy distinta, por otra parte, a las que se han organizado en otros mandatos con la salvedad de que no se emplean animales.Ni tan siquiera en el coste, en torno a unos ochenta mil euros, que incluyen el desfile de Reyes de La Mata.