"Era comer o pagar. Vivía desesperada porque no sabía cómo iba a afrontar esas cuotas de 1.500 euros. Ojalá Europa se pronuncie a favor de nuestro caso, pero ya hay gente que se ha quedado por el camino; personas que han perdido sus casas o se han suicidado", explica Ana Muntaner, una afectada por la "estafa" de las hipotecas IRPH (Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios).

Las estimaciones hablan de 1.300.000 afectados en todo el Estado, un diez por ciento de ellos en Balears. En pleno 'boom' del ladrillo los bancos las ofrecieron como una alternativa más barata a las hipotecas referenciadas por el Euribor, pero a la larga quienes las suscribieron acabaron pagando más. Mucho más.

En 2005 Muntaner firmó su hipoteca con UCI, una filial del Banco Santander. "Eran 205.850 euros a 30 años. He llegado a pagar cuotas de 1.500 euros mensuales y ahora sobrevivo a base de acuerdos para refinanciar la deuda. De aquella cantidad inicial todavía debo 197.490 euros. Es decir, en trece años solo he pagado 8.000 euros del piso, el resto han sido intereses", denuncia esta mujer.

También Norka López quedó atrapada por el IRPH. "Estuve dos años con el agua al cuello. A día de hoy sigo con un préstamo de 18.000 euros con el tipo IRPH, pero la hipoteca de 150.000 euros que firmé con Cajamar me la cambiaron al Euribor dos años después. Pasé de pagar más de 700 euros a solo 500; casi 300 euros de diferencia", recuerda.

Afirman que nunca fueron informadas de lo que firmaban. "Hace unos años vi que a toda la gente que tenía Euribor le bajaba la cuota y a mí me subía. Ahí es cuando me enteré de que tenía un índice IRPH. En la sucursal te decían que al ser un tipo de interés de los bancos tenían más margen para bajarlo. La realidad es que es un tipo manipulable, opaco y abusivo", subraya López.

Ambas reciben la ayuda de la Plataforma Stop Desnonaments, que hace dos semanas presentó en la dirección general de Consumo del Govern una solicitud para "investigar y, en su caso, sancionar", a Caixabank por "publicidad engañosa" cuando ofrecía este producto alegando que lo recomendaba el Banco de España.

A partir de 2008 prácticamente todas las entidades dejaron de ofrecer hipotecas referenciadas por el polémico índice, pero para Muntaner y otros muchos usuarios ya era demasiado tarde. "Cuando me he retrasado en algún pago me han acosado con llamadas, incluyendo sábados y domingos. Un agente del departamento de impagos me llegó a decir que si era necesario que me prostituyera porque lo primero era pagar la hipoteca", evoca.

Una PNL sin recorrido

En diciembre el Tribunal Supremo falló a favor de los bancos también en este caso, pero la pelea continúa en Europa, donde los afectados confían en que la justicia les acabará dando la razón más temprano que tarde.

En Balears lograron una victoria en 2015 cuando el Síndic de Greuges manifestó en un informe la exitencia de "un claro engaño" en la concesión de estos préstamos. El Parlament, por su parte, aprobó una proposición no de ley (PNL) que no ha tenido recorrido.

Pase lo que pase, este conflicto ya ha condicionado la vida de estas dos mujeres. "Estoy casada desde hace 20 años y solo he podido tener un hijo. Ahora estoy pagando 1.000 0 1.100 euros y mi marido y yo apenas podemos sobrellevarlo", relata Muntaner.