Los estadounidenses William G. Nordhaus y Paul M. Romer, galardonados este lunes con el Nobel de Economía, son dos estudiosos que, desde la universidad y la empresa y las entidades financieras, han hecho aportaciones al crecimiento sostenible en una economía global y el bienestar mundiales.

Así lo ha destacado este lunes el Comité sueco que concede este premio desde 1969.

Nordhaus, nacido en Albuquerque en 1941, se licenció en Económicas en la Universidad de Yale y se doctoró en el prestigioso MIT (Massachusetts Institute of Technology). Ha sido profesor en Yale desde 1967, universidad en la que ha formado a centenares de economistas, tanto en la rama de Económicas como en la de Estudios Medioambientales.

Nordhaus ha llevado a cabo investigaciones que apuntan que el remedio más eficaz para los problemas generados por las emisiones de efecto invernadero es un modelo de impuestos al carbono que sea uniforme en todos los países.

Este docente está considerado, para el Comité sueco, la primera persona que creó un modelo cuantitativo que describe la interacción global entre la economía y el clima, un modelo que se ha extendido y se emplea para examinar las consecuencias de las acciones en el ámbito de las políticas climáticas.

Nordhaus está firmemente convencido de que la actividad humana ha contribuido al incremento rápido de la temperatura media en el planeta en el último siglo.

El interés de Nordhaus no es sólo por el presente, ya que a mediados de los 90 se remontó a la época de la civilización mesopotámica para un estudio sobre la medida del crecimiento económico a largo plazo.

Teoría del crecimiento endógeno

Por su parte, Paul M. Romer (Denver, 1955) es licenciado en Matemáticas por la Universidad de Chicago, en la que después se doctoró en Economía.

Una de las aportaciones de Romer es haber fundado la llamada teoría del crecimiento endógeno, que ha promovido nuevas investigaciones y que plantea que el crecimiento de la economía no es producto de fuerzas externas, sino de factores endógenos, como el capital humano, la innovación y el conocimiento.

Romer fue economista jefe del Banco Mundial, cargo del que dimitió a comienzos de este año tras una polémica sobre unas declaraciones públicas en las que afirmaba que los datos para establecer el ránking de competitividad de Chile estaban manipulados políticamente, algo de lo que luego se retractó.

En un artículo publicado en The Wall Street Journal, Romer pidió disculpas a Chile por la manipulación de los datos del país en la clasificación, con caídas en el Gobierno progresista de Michelle Bachelet y alzas durante el anterior del conservador de Sebastián Piñera - de nuevo en el poder en la actualidad -, y cuestionó la metodología empleada.

El artículo de Romer motivó la protesta del Gobierno de Bachelet, que exigió una explicación acerca de su posición en el informe "Doing Business", el más influyente del BM y que analiza la facilidad para realizar negocios en los diferentes países.

Vuelta a la docencia

Tras su renuncia, Romer regresó a su puesto como profesor de la Universidad de Nueva York y con anterioridad lo fue también de las de Berkeley y Stanford.

En su trayectoria se ha ocupado del problema de la urbanización, por entender que una mejor política en este ámbito ofrece oportunidades para el crecimiento económico.

En su página en Internet, Romer agradeció el Nobel recibido junto a Nordhaus y subrayó que quiere impulsar la idea de que la tecnología pueda ayudar a proteger el medio ambiente.