Susto mayúsculo el que se llevaron los pasajeros de un autobús de la compañía Alsa en el trayecto de Villaviciosa a Oviedo. Sucedió a la altura de El Berrón (Siero) y, con el grave accidente ocurrido con otro autobús en Avilés, que dejó cinco fallecidos, tan reciente, generó una gran alarma entre los viajeros del vehículo. Según relatan los testigos, el conductor se desvaneció y la providencial intervención de una pasajera fue clave para que el siniestro no fuera a mayores.

Esa pasajera fue la mexicana Aura Anahí Chávez, que viajaba junto a su mujer, asturiana afincada en Mallorca, y el hijo de ambas, de nueve meses. "A la altura de El Berrón el autobús empezó a dar bandazos", relata Cristina García, esposa de Aura. El vehículo chocó hasta tres veces con la mediana y sus árboles, provocando daños en las lunas. Fue la pasajera mexicana la que, cuando las viajeras de primera fila se iban hacia atrás para ponerse a salvo, se acercó al conductor y vio que no reaccionaba. Entonces tomó el volante, giró el autocar y lo paró. Una ambulancia se llevó al chófer, que decía "no acordarse de nada", y los pasajeros, "en un tremendo shock", fueron llevados a Oviedo por otro conductor y escoltados por la Guardia Civil, que tomó declaración a Aura Anahí. El autocar había salido de Llanes y en el momento del accidente llevaba una quincena de pasajeros, siempre según los testigos, que se subieron al bus a las 18 horas en Villaviciosa.

Cristina García vive en Mallorca junto a su mujer, pero estos días pasan unos días en su Asturias natal coincidiendo con las fiestas de San Mateo en Oviedo. Ayer fueron a pasar el día a la casa de su familia en Villaviciosa. "Siempre que venimos solemos alquilar un coche, pero esta vez no y fuimos en bus", cuenta Cristina García, que tiene grabada a fuego la secuencia de los hechos. "Primero chocó contra la barrera de la mediana... Entonces levantamos la vista y vimos que volvía al centro de la carretera, pero luego volvió a chocar y se llevó las ramas de un árbol de la mediana. La gente empezó a alarmarse y la señora que iba justo detrás del conductor empezó a gritarle y darle con un abanico. Y entonces nos dimos cuenta de que algo iba mal", narra la asturiana, cuyo bebé iba en esos momentos durmiendo en brazos de su mujer. También viajaba su madre, en el asiento de atrás de ambas, hacia la mitad del autobús.

"La chica de la primera fila le estaba pegando con un abanico al conductor. Iba con una niña de cuatro años. Pero tras darnos los tres golpes contra la mediana fue cuando mi mujer me azotó al bebé y se levantó corriendo hacia el conductor", recuerda Cristina García. En ese momento, los pasajeros estaban "en shock tremendo", muchos paralizados por el pánico. Y las pasajeras de las primeras filas se apresuraron para ponerse varios asientos más atrás para protegerse.

"Cuando ella llegó al conductor había dos señoras que se levantaron para ir hacia atrás. Le hablaba y no contestaba. Le pegó un codazo pero estaba ido, quería levantar la cabeza pero no podía. Entonces ella cogió el volante, miró que no viniese nadie por el carril de la derecha en la autovía, giró y frenó el vehículo", narra la asturiana. Su mujer, la heroína de esta historia, se está sacando el carné de conducir en España, dado que aquí ya no le vale el de México. Sin embargo, sabe manejar vehículos pesados, algo que demostró ayer en un momento crítico.

Según narran las testigos, el conductor recuperó consciencia después de que ella frenase el autobús, pero volvió a sufrir un segundo desmayo. Lo atendieron hasta la rápida llegada de los servicios de Emergencia: una ambulancia, Guardia Civil y personal del mantenimiento de carreteras.

La empresa Alsa, cuentan las testigos, envió a otro conductor a la zona del accidente. "Además vino un coordinador de la compañía, que nos fue pidiendo perdón uno a uno", narran las afectadas. El nuevo chofer les llevó hasta la estación de Oviedo, con el autobús dañado en las lunas y carrocería por el siniestro y escoltado por la Guardia Civil. Fue en la capital donde los agentes de la Benemérita le tomaron declaración a Aura Anahí Chávez. Asimismo, pidieron los datos a todos los pasajeros. Al parecer, el conductor, una vez pudo hablar, les confesó que "no se acordaba de nada". Pudo sufrir "una bajada de tensión", aunque estaba por confirmar, dado que fue trasladado al hospital para su valoración médica.

"Cuando se paró el autobús estábamos todos superalterados, con el accidente de Avilés tan reciente y en mente...", cuenta Cristina García. Se da la circunstancia de que en la investigación del siniestro mortal del pasado 3 de septiembre se baraja como principal causa el desvanecimiento del conductor, como ocurrió, según testigos, en este gran susto ocurrido ayer en la autovía a la altura de El Berrón.