Donar sangre salva vidas, pero concretamente la de James Harrison, un australiano de 81 años también conocido como 'El hombre del brazo de oro', ha salvado millones de vidas de bebés.

La sangre de este australiano posee unos anticuerpos únicos con los que se ha desarrollado una inyección llamada Anti-D, que se utiliza para combatir la enfermedad de Rhesus. Esta patología se desarrolla durante el embarazo y ataca a los glóbulos rojos del bebé, pudiendo desencadenar su muerte.

James Harrison, tras 60 años donando sangre, se 'jubila' por el bien de su propia salud.

'El hombre del brazo de oro' se sometió a una operación de pulmón con 14 años y, tras recuperarse, su familia le explicó que había necesitado durante la intervención 13 litros de sangre que varios desconocidos donaron de forma altruista. Ese fue el punto de inflexión y el motivo que le empujó a convertirse él también en donante cuando fuera lo suficientemente mayor.

Al poco de comenzar a donar sangre, recibió la llamada de un doctor que le informó de que su sangre podría ser la solución a un problema mortal. En 1967, en Australia, morían miles de bebés al año sin que los médicos pudieran hacer nada para evitarlo, según explicaron desde el Servicio de Sangre de Cruz Roja de esta país. Gracias a Harrison, Australia fue un país pionero en descubrir a un donante con este tipo de anticuerpo, algo revolucionario para la época. Cada bolsa de sangre es valiosa, pero la sangre de James es particularmente extraordinaria, reconocían los médicos.

Los especialistas desconocen el por qué de la particularidad en la sangre de Harrison, aunque sospechan que puede tener su origen en las transfusiones que recibió tras su operación de pulmón.

Según Cruz Roja, hay en Australia medio centenar de personas con esta singularidad, aunque Harrison, al ser el primero en ser descubierto, es considerado casi como un héroe nacional y todos los que han salvado su vida gracias a su sangre le están muy agradecidos.