Antonio Puerta demostró ayer en Cehegín que sigue estando en el centro de atención de los aficionados. Más de trescientas personas acudieron a la llamada de su peña para pasar un día de convivencia en una fiesta campera, que tuvo lugar en el centenario coso Pepe Navarro y que recibió visitas de diferentes municipios de la Región. Como colofón a la jornada, lidió dos utreros al borde de cumplir los cuatro años de la ganadería de El Madroñiz.

El primero tuvo buena presencia física y mantuvo la codicia hasta el caballo, para después pararse. En ese momento, el matador de Cehegín tuvo que hacerlo todo, incluido un arrimón de bandera en el que puso a prueba los nervios de los asistentes. Durante la faena, estuvo probando el pase del cartucho, posiblemente porque piense en incorporarlo a su repertorio esta temporada. Concluyó probándose con el estoque y el verduguillo. Muy buena presencia física tuvo el segundo, pero tan solo sirvió como entrenamiento, puesto que se volvió ‘pegajoso’ y no iba más que detrás de las zapatillas del torero, vamos de esos que no tienen ni un muletazo.

Nueva promesa

Como preámbulo, el joven lorquino de la diputación de Cazalla, Adrián Reverte, lidió una becerra de la ganadería de Jesús España de Moratalla. El joven, de trece años, mostró buena traza y dibujó una bonita faena, hasta que su contrincante se agotó. Seguidamente se soltó una segunda becerra para el disfrute de los aficionados más valientes.