En cualquier otra profesión, los triunfos sirven para abrir puertas y conseguir avanzar en tu carrera. En el toreo esto al parecer no es así, o por lo menos no en el caso del joven Antonio Puerta (Cehegín, 1991), quien cuenta sus actuaciones por triunfos y que el próximo día 9 de septiembre tiene una importante cita en su ciudad natal, en la que ya algunos han calificado como la corrida del año en la Región. Un mano a mano con el diestro murciano Rafaelillo y con la prestigiosa ganadería de Miura.

Es usted un torero con valor y que aporta bastantes dosis de arte, ¿cómo es que aún está sin apoderado?

La persona que se haga cargo de mi carrera quiero que tenga los mismos objetivos que yo, que se vuelque con mi carrera igual que yo me vuelco con mi profesión, que se dedique en pleno a mí y, sobre todo, que le ponga corazón. Por diversas circunstancias aún no ha llegado esa persona, y no quiero que sea una cosa que me inquiete, pero sí sé que es muy necesaria.

¿A lo largo de su carrera hay alguna decisión que haya tomado de la cual hoy se arrepienta?

No. Si dijera que sí te estaría mintiendo. Las decisiones correctas que he tomado se han visto reflejadas con el tiempo y, sobre las decisiones negativas que alguna vez he tomado, las he usado para avanzar y aprender a no volver a cometer los mismos errores.

¿Cómo ha madurado Antonio Puerta en estos años que lleva como torero?

La madurez la tomas de la vida, de ese sacrifico tan importante que tienes que hacer por esta profesión y que al final haces tu vida.

¿Había soñado con ser matador de toros?

Ha sido todo un sueño; y sigue siendo un sueño. Bien es cierto que cuando quise ser torero veía a los grandes, que eran verdaderos héroes para mí, y a día de hoy estoy en el mismo circuito que ellos, que los toreros a los que halago y con los que siempre he soñado estar a su lado.

Ha triunfado prácticamente en todas las corridas en las que ha participado, pero sú carrera todavía no arranca como le gustaría...

La verdad es que los éxitos profesionales en la plaza no los estoy viendo recompensados a la hora de sumar festejos. Es una pena porque se pasa muy mal. En el toreo siempre se han respetado los triunfos, pero en mi caso está siendo algo distinto...

Ha sido triunfador de la Feria de Murcia y de la corrida de Abarán, ¿no te han llamado?

No, para nada, y se hace muy duro decir que, después de tomar la alternativa y ser triunfador de la Feria 2015 y 2016, este año no ha sido posible que se cuente conmigo. Luego en la Feria de Abarán, donde hace dos años corte cuatro orejas y un rabo y el año pasado indulté un toro, tampoco han contando conmigo.

¿Se considera un torero maltratado?

Totalmente. Te mentiría si no te dijera que en muchos momentos de mi vida me he sentido un torero maltratado y dejado de la mano de Dios, también por mi situación actual, al no contar con la presencia de un apoderado. Me siento maltratado en los despachos. A veces te da por pensar de qué sirven los triunfos y las cornadas si luego tu sacrificio no se ve reflejado a la hora de seguir participando en nuevos festejos.

¿Cómo ve que su gente no entienda que no le llamen más?

Me siento un torero respetado por el aficionado y por mi gente, y entiendo ese malestar que tiene el aficionado que está viendo que me dedico y centro mi día a día en mi profesión. Me vuelco y muero por mi profesión.

Tiene un duro compromiso este sábado en Cehegín. ¿Sueña ya con triunfar en casa?

Paso momentos de todo tipo. Sueño con que las cosas van a salir bien, que va a ser un día importante y muy bonito; pero también tengo mucho miedo, sobre todo por la incertidumbre que te genera una ganadería tan emblemática, tan especial y con tantos matices. Pero también es lo bonito de esta profesión, tener esa incertidumbre de no saber. Lo más bonito que estoy viviendo estos días es el apoyo del aficionado y, como me dijo el maestro Rafaelillo, tengo la suerte de jugar en casa.

¿Qué siente cuando tiene que torear un hierro como este?

En este tipo de ganaderías sabes que es más complicado que salga ese toro en el que te puedas relajar y puedas hacer el toreo soñado, pero eso no quiere decir que eso siempre sea así. Ha habido toros de Miura que se han cuajado, y yo sueño con uno así. Sobre todo estoy ilusionado y me siento un privilegiado por volver a vestirme de luces ante una ganadería así y ante mis paisanos.

¿Es consciente de que se trata de una corrida histórica?

Totalmente. Es la primera vez que se va a lidiar una corrida de Miura en Cehegín, es un mano a mano con Rafaelillo -que para mí es una figura indiscutible, y más con ese tipo de ganaderías-, y es en mi pueblo y en unas fiestas en honor a la Virgen de las Maravillas, a la que tanta devoción le tengo. Bueno, y dos toreros que nos hemos quedado fuera de la Feria de Murcia. Se juntan muchos alicientes.

¿Cuál es su futuro a corto plazo?

Seguir alimentando mi ilusión, seguir queriendo funcionar y, sobre todo, siendo feliz con mi profesión.