Archena acogió una novillada mixta, donde parte del dinero de la entrada estará destinado a la delegación de Cáritas del municipio. Una tarde donde el novillero de Cehegín, Fernández de la Torre, debutada con picadores. No faltaron sus seguidores de su tierra natal que no quisieron perderse la oportunidad de ver a uno de sus novilleros locales. Antes de comenzar el festejo se guardó un minuto de silencio en memoria del cuarto Califa, Manolete, al cumplirse el 69 aniversario de su fallecimiento en la plaza de toros de Linares, cuando el toro malasombra de nombre Islero segó la vida del matador más universal.

El colombiano Manolo Vanegas fue el encargo de abrir el cartel, mostrando hechuras de estar muy placeado. Recibió a su primero con una larga cambiada para continuar con verónicas de suave trazo hasta ser desarmado. El novillo apretó en el único lance con el caballo. En este novillo, Fernández de la Torre realizó un quite echándose el capote a la espalda, muy vistoso. Con la muleta, el novillo se mostró bravo y noble, y Vanegas llevó a cabo una faena muy digna con detalles muy toreros, aprovechando que su rival entraba al trapo por ambos pitones de manera muy boyante, destacando sobre todo las series con la mano izquierda de largo trazo. Concluyó de estocada de efecto rápido, que provocó derrame. Consiguiendo desorejar a su rival.

Se lució Vanegas con el capote en su segundo bis, tras ser devuelvo al romperse un pitón en el caballo el segundo de su lote. Rodilla en tierra llevó a cabo un ramillete de verónicas rematadas con una serpentina. En la muleta, al novillo había que provocarlo, aunque luego metía bien la cabeza, y el colombiano a base de insistir consiguió robarle alguna serie de muletazos de bello trazo sin calar en los tendidos. Remató de estocada trasera que hizo efecto, volviendo a desorejar a su rival.

El novillo que convirtió al novillero con caballos, Fernández de la Torre, hay que decir un 'pregonao', de buena presencia y bella capa parecía adivinar que su oponente era debutante, salió pidiéndole los papeles, apretándole muchísimo en el capote. En los comienzos de la faena de muleta, Fernández de la Torre estuvo un poco a merced del novillo, recuperando terreno en los primeros compases, y eso si no se 'arrugó' en ningún momento a pesar de las malas condiciones del novillo, que mostró mucho genio, que quedaba medio embestir buscándole en todo momento el cuerpo al novillero y mirándolo continuamente. Ante este panorama, el ceheginero insistió sin existo. Finalizó la faena tras dos pinchazos y media pescucera, necesitando un descabello.

Se desquitó el de Cehegín en su segundo, un novillo de gran clase y juego, ante el cual Fernández de la Torre fue administrando de manera templada, suave y profunda, el toreo en redondo y también al natural, en series que fueron jaleadas por el público y en las que el novillero de Cehegín puso mucho gusto y calidad. Demostró que aunque hay que seguir trabajando duro tiene aptitudes para esta profesión. Concluyó de pinchazo y estocada.

Es la primera vez que veo torear a José Nicolás, la verdad es que causa una excelente impresión. Posee un estilo clásico y hondo, su faena ante un eral de excelente juego estuvo repleta de muletazos de mucho gusto y temple, especialmente cuando se echo la muleta a la izquierda y en bellos y lentos circulares por la derecha, remató la faena con tres manoletinas y el de pecho excelentes. Concluyó con media estocada trasero que hizo efecto, recibiendo dos orejas como trofeo.