El último festejo de la Feria de Teruel se tornó en luto en su ecuador tras la fatídica muerte del joven torero Víctor Barrio, cogido dramáticamente por el tercer toro de la ganadería de Los Maños, que le metió el pitón por el costado derecho, le alcanzó el corazón y le provocó la muerte casi en el acto.

El espada segoviano, de 29 años, estaba inmerso en la faena de muleta a ese primer toro de su lote, cuando el animal, de nombre ‘Lorenzo’, se le vino al cuerpo, le derribó y, una vez en el suelo, volvió a hacerse por él metiéndole el pitón por debajo de la axila derecha y apretando su cuerpo contra la arena. Inmediatamente fue conducido a la enfermería de la plaza, donde, según fuentes presenciales, entró con la mirada perdida y prácticamente sin vida. Los galenos no pudieron nada más que certificar su defunción pocos minutos después.

Uno de los primeros en acudir en su ayuda fue el banderillero de Calasparra Pascual Mellinas, que asistía como subalterno de Morenito de Aranda. Además, se da la circunstancia de que la empresa apoderada del torero fallecido es Tauroemoción, la misma que gestiona la plaza de Cehegín.

La noticia corrió como la pólvora; los tendidos, sobrecogidos, no daban crédito a lo que trascendía desde el callejón de la plaza de Teruel, donde abundaron las lágrimas y los abrazos entre los miembros de la cuadrilla del joven Barrio y los demás compañeros de luces que allí estaban junto a él. Especialmente significativo fue el llanto desconsolado de Morenito de Aranda, apoyado sobre las tablas del callejón.

Tanto trascendió el triste suceso que el director de lidia, Curro Díaz, que se había hecho cargo del toro que mató a Barrio, se encontraba en ese momento en la faena al cuarto toro cuando hizo un gesto a la presidencia para que finalmente se suspendiera el festejo.

El propio Curro Díaz había estado magnífico con el primer toro del festejo, igual que Barrio hasta el momento trágico. Morenito de Aranda poco pudo hacer con su astado, bruto y sin clase, con el que fue silenciado. Tanto Díaz como Morenito pasaron momentos después a la suspensión a la enfermería, junto a las cuadrillas, para dar su último adiós al cuerpo sin vida de su compañero, tras lo que volvieron a salir entre lágrimas y sollozos; la tragedia se había vuelto a adueñar de una plaza de toros española después de 25 años.

Primer óbito desde 1992

La muerte de Víctor Barrio es la primera acaecida en España en lo que llevamos de siglo. Las muertes de los toreros Francisco Rivera ‘Paquirri’ en Pozoblanco (Córdoba) en el año 1984 y José Cubero ‘Yiyo’ en Colmenar Viejo (Madrid, 1985), así como las de los banderilleros Manolo ‘Montoliú’ y Ramón Soto Vargas (ambas en 1992), fueron las últimas muertes en ruedos españoles.

Logró la Espiga de Oro de Calasparra en 2010

La plazas de la Región de Murcia no fueron ajenas al arte de Víctor Barrio. Así lo recuerdan en La Caverina, el coso de Calasparra, donde un jovencísimo y por entonces novillero dejaba hace seis años su impronta y demostraba que era una de las pujantes promesas del toreo español. El segoviano salió por la puerta grande y se proclamó triunfador de la Feria del Arroz de Calasparra el 7 de septiembre de 2010, lo que le valió para alzarse con la Espiga de Oro. Aquella tarde compartió cartel con Antonio Rosales y Esau Fernández. Un año después, el 5 de septiembre se reencontraba con el ruedo calasparreño, en una tarde que lidió junto con Jesús Fernández y Jesús Duque. e. s. / f. v.