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La Comunidad de Regantes Riegos de Levante, que nació en 1918, representa uno de los ejemplos más gráficos de la importancia de aprovechar el agua. Sus más de 22.000 miembros invierten todo su esfuerzo en cuidar al máximo cada gota de un recurso natural capaz de desempeñar un papel de creador y transformador de biodiversidad. Para ello es fundamental la introducción de diferentes mejoras que contribuyen a modernizar los regadíos y , como consecuencia, a reducir el impacto de la sequía.

La principal razón de ser de su calendario de actuaciones se encuentra en El Hondo, declarado parque natural en 1998. Sus embalses, que ocupan parte de la antigua albufera de Elche, sirven de punto de partida para una canalización principal en dirección norte, de la que se ramifican varios canales transversales que van alimentando consecutivamente los regadíos cada vez más elevados.

Los propios regantes son los encargados de la conservación de este espacio en el que Riegos de Levante invierte cada año un millón de euros.

La gran novedad en este sentido se desprende del Plan Hidrológico del Segura ya que, como bien indica el portavoz de esta comunidad de regantes, Ángel Urbina, se ha obtenido «cuatro hectómetros cúbicos para tener un caudal ecológico más seguro en El Hondo». El importe de los mismos se costea «al cincuenta por ciento, por la Generalitat Valenciana y el ministerio de Medio Ambiente», explica.

La introducción de esta medida se puede catalogar como algo «histórico». «Nunca lo habíamos tenido y ahora los regantes podemos sacar todo el agua menos esos cuatro hectómetros y, de esta forma, siempre tendremos esa cantidad mínima de agua. Además, desde que El Hondo fue declarado parque natural ya no dejan cazar y están regulando diversas cuestiones que permiten que las aguas se conserven mejor», subraya Urbina.

Otro de los factores que ha influido de forma decisiva en la lucha contra la sequía es la modernización de los regadíos del acueducto Tajo-Segura. «En los últimos años, Riegos de Levante ha invertido más de 100 millones de euros», apunta el portavoz de la comunidad a la hora de referirse a un plan que ha contribuido a la utilización de nuevas herramientas -como los tubos de presión, que sustituyen a las antiguas tuberías- como paso previo a la disminución de la merma por la escasez de agua y al aumento en la eficacia del riego.

Riegos de Levante, conformada por 35.000 hectáreas de regadío que se extienden desde Orihuela hasta Muchamiel, cuenta con una red hidráulica compleja que distribuye los caudales procedentes del Trasvase (que pueden ser almacenados en el embalse de Crevillente) y los aprovechamientos de sobrantes del Segura y azarbes de la Vega Baja.

El Memorándum del Tajo

Son muchas las voces que señalan al Memorándum del Tajo como una garantía para la vida del trasvase y la huída de los conflictos generados en los últimos años con el agua como protagonista. Una de ellas es la de Ángel Urbina, que asegura que las consecuencias de este acuerdo redactado por los gobiernos de Valencia y de Murcia, el ministerio de Agricultura y los regantes han traído consigo «nuevas reglas de explotación del Tajo-Segura, consiguiendo que este año haya sido uno de los que se ha trasvasado más agua».