Así lo ha anunciado hoy la ministra de Medio Ambiente en funciones, Cristina Narbona, durante la inauguración de un seminario sobre "Biodiversidad marina", junto a la titular de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Elena Espinosa.

Narbona ha reconocido que todavía "tenemos demasiado pocas" áreas marinas protegidas y ha destacado el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 14 de marzo para otorgar a "El Cachucho" esa protección.

Esta montaña submarina situada frente a las costas asturianas que alberga una extraordinaria biodiversidad, será la primera de la Red Natura 2000 ubicada en el mar gestionada por el Gobierno central.

Actualmente existen diez áreas marinas protegidas (no incluidas en la Red Natura), algunas de ellas gestionadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y otras, conjuntamente con las comunidades autónomas, que suponen una superficie próxima a las 600.000 hectáreas.

La titular de Medio Ambiente ha subrayado que la respuesta a los grandes desafíos que tiene la humanidad vendrá en los próximos años de los océanos, desde el punto de vista energético, del abastecimiento de agua potable, la alimentación o la medicina.

"En el mar hay que actuar igual que en la tierra", ha dicho Narbona, quien ha insistido en que el conocimiento científico debe ser la base para cualquier medida que se adopte.

Ha señalado que más del 70 por ciento de la contaminación que llega a los mares procede de tierra, principalmente por una insuficiente depuración de aguas residuales y por los vertidos incontrolados.

Narbona ha resaltado también que los océanos son parte de la respuesta al cambio climático, ya que los arrecifes de corales con "extraordinarios" sumideros de CO2.

Por su parte, la titular de Agricultura ha subrayado el compromiso del Gobierno respecto a una gestión pública pesquera que garantice la sostenibilidad ambiental y, a la vez, el sector pesquero.

Espinosa ha incidido en que "es preferible prevenir que curar" y ha señalado que cuando el PSOE llegó al Gobierno "había demasiados caladeros al límite del agotamiento", que atajó con la puesta en marcha de planes integrales de gestión en el Mediterráneo, en el Golfo de Cádiz o en el Cantábrico.