Este es uno de los problemas detectados en los Parques Nacionales, que se recoge en el primer informe de la situación de los mismos, que ha sido presentado hoy al Consejo de Ministros por la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y que será remitido al Senado una vez se constituyan las Cortes.

En la rueda de prensa posterior al Consejo, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha señalado que el informe pone de relieve que los Parques Nacionales se caracterizan "por su alto valor ecológico y paisajístico, así como por "estar situados a los más altos niveles de preservación ambiental".

Por su parte, el director general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, ha señalado, en declaraciones a Efe, que aunque el problema de los árboles dañados no es grave de momento, es necesario intervenir para variar la tendencia.

Para ello, se debe poner en marcha un tratamiento adecuado y la progresiva sustitución de los árboles más viejos, para lo cual habrá que dedicar más medios en los próximos años.

El informe, que se deberá presentar al Senado cada tres años, realiza un diagnóstico de las principales oportunidades y amenazas de los Parques Nacionales a 1 de enero de 2007, fecha en la que la Red estaba integrada por 13 parques, ya que aun no se había incorporado el de Monfragüe.

En el documento se formula un conjunto de dieciocho propuestas de acción para los próximos años e incorpora, además, un mecanismo de verificación y seguimiento de las actuaciones propuestas, así como una relación de conclusiones.

Serrano explicó que los 14 parques actuales representan sólo el 0,7 por ciento de la superficie nacional, pero en ellos se recoge "la muestra más representativa y valiosa del patrimonio natural español".

Estos espacios protegidos suponen una buena representación de los hábitats más importantes y reflejan una "adecuada representación" de los hábitats prioritarios y de las especies en peligro de extinción, ya que el 26 por ciento de las mismas están presentes en los parques, entre ellos, el lince (Doñana).

El informe concluye que la calidad, en general, de los parques nacionales es buena "aunque es distinta de unos a otros", según Serrano, quien señaló que "algunos están muy cerca de la perfección" como el de Cabrera (Baleares), la Caldera de Taburiente (La Palma) o el de las Islas Atlánticas (Galicia)".

En el otro extremo, se situaría principalmente el de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), debido a la sobreexplotación de los acuíferos.

Un aspecto positivo y que influye en la buena calidad de los parques, es que más del 80% del suelo de éstos es de titularidad pública y en aquellos en que no lo es, hay acuerdos "muy significativos con los propietarios".

Serrano ha destacado también la puesta en marcha durante la última legislatura de los sistemas de certificación de calidad (ISO), que ya está en marcha en tres parques: Aigüastortes (Lleida), Teide (Tenerife) y Timanfaya (Lanzarote).

Como aspecto negativo que hay que corregir, el informe destaca también la incidencia de actividades incompatibles con los objetivos de los propios parques nacionales, fundamentalmente, la presencia de infraestructuras energéticas o de transporte.

La mayor incidencia de estas infraestructuras se da en Picos de Europa, Cabañeros, Garajonay y Sierra Nevada.