El físico, que trabajó durante ocho años en el CERN (Ginebra), explica en forma de ciencia ficción el funcionamiento del acelerador, en el que se harán chocar partículas a gran velocidad para estudiar la estructura de la materia y los conocimientos actuales sobre temas oscuros para el público general como la materia extraña o el plasma de quarks.

La novela, editada por Espasa, describe también el ambiente en el que se mueven los científicos, entre trifulcas ocasionales y una gran rivalidad, escasez de presupuesto y un sistema de trabajo más similar al de una gran empresa que a la concepción popular del trabajo científico.

El investigador sólo hace ficción al agigantar la probabilidad de que en el acelerador se produzca una catástrofe al haber generado materia extraña negativa, pero el resto de las teorías y explicaciones son reales: "la física es apasionante y se puede divertir sin hacer 'tecnochorradas'", declaró a EFE Gómez Cadenas.

Uno de los aparatos que el autor hizo saltar de la realidad al libro, el detector de neutrinos, sirve en su relato para controlar de forma secreta si en una central nuclear iraní se produce un exceso de plutonio que podría utilizarse para fabricar bombas nucleares.

El invento, capaz de medir a distancia y sin que nada pueda impedírselo la cantidad de uranio que se procesa en una planta nuclear a través unas partículas (los neutrinos) generadas en esta operación y que se dispersan en el ambiente, se está desarrollando en El Álamo (Estados Unidos) y en varios centros de Francia, apuntó el autor.

Gómez Cadenas afirmó que los resultados del LHC más interesantes serán los que "no nos esperamos" y aseguró que tardarán en llegar entre uno y tres años, el tiempo que se tardará aún en hacer que el sistema empiece a funcionar y en poner a punto el instrumental.

El físico asegura que el LHC no supone ningún riesgo, pero, aunque asegura que el catastrofismo irracional es una gran amenaza, alberga alguna inquietud sobre los peligros que pueden entrañar algunos avances científicos, como la disponibilidad en Internet del código genético de algunos virus.

El gran desafío en el futuro será, sin embargo, el desarrollo de la inteligencia artificial: "si las máquinas alcanzan el nivel de inteligencia humana, no hay nada que impida que acaben superándola en varias magnitudes" y "no estamos lejos de igualar la capacidad de pensamiento paralelo del hombre".