Según la cadena de televisión CNN, la tormenta del viernes destruyó unos 20 edificios históricos situados en el emblemático barrio de Cabbagetown, en el centro de Atlanta.

El jefe de bomberos de la ciudad, Kelvin Cochran, aseguró que podrían ser necesarias otras 24 horas para determinar con claridad que todos los residentes lograron escapar con vida.

La CNN aseguró que el tejado de sus oficinas centrales en Atlanta, en cuyos alrededores se concentraron gran parte de los destrozos ocasionados por el temporal, sufrió desperfectos que provocaron goteras. Además, la tormenta dejó varios cristales rotos.

El fenómeno meteorológico afectó también a numerosos rascacielos, hoteles e incluso a dos de los principales recintos deportivos de la ciudad donde miles de personas presenciaban sendos partidos de baloncesto.

Varios testigos señalaron a CNN que el centro de Atlanta parece una zona de guerra, con las calles llenas de cristales rotos, árboles caídos y tejados desprendidos de las casas.

Unas 30 personas fueron trasladadas a distintos centros hospitalarios para ser atendidas por sus heridas, pero no se han registrado por el momento víctimas mortales, según la policía.

La alcaldesa de Atlanta, Shirley Franklin, indicó que los funcionarios de emergencia han determinado que lo que golpeó la ciudad la noche del viernes fue un tornado.

Los responsables de los servicios meteorológicos mantienen, sin embargo, que "un posible tornado" pudo haber golpeado Atlanta a las 09:40 local (00:40 GMT) cuando una tormenta castigaba a la ciudad con vientos de hasta 96 kilómetros por hora.

Las malas condiciones meteorológicas coinciden con la llegada de miles de personas a la ciudad para asistir a un importante torneo de baloncesto de la liga universitaria (NCAA).

De hecho, en el momento álgido de la tormenta había unas 18.000 personas congregadas en el interior del pabellón deportivo Georgia Dome, donde se celebraba ayer uno de los actos del torneo de baloncesto, que se interrumpió en medio del pánico de asistentes y jugadores.

En las inmediaciones de ese recinto, se encuentra otro pabellón deportivo, el Philips Arena, donde se disputaba un partido de baloncesto profesional que no se suspendió.

Los responsables municipales han cancelado todos los actos previstos para hoy en el centro de la ciudad, incluido el tradicional desfile de St. Patrick, patrón de los irlandeses.

Varios miles de personas permanecen sin electricidad a causa del mal tiempo, según las autoridades.