En la inauguración de este grupo de trabajo, la consejera de Medio Ambiente en funciones, Fuensanta Coves, ha declarado que uno de los objetivos de esta reunión es definir los "efectos reales" del cambio climático sobre la biodiversidad y la vida cotidiana de los ciudadanos, para actuar como "movilizador de conciencias".

La consejera ha definido Andalucía como "una comunidad pionera en este tema", y ha asegurado a los expertos europeos que "una gran parte" de los programas relacionados con el cambio climático que ya fueron aprobados por el Gobierno andaluz tendrán continuidad en esta legislatura.

Una de las conclusiones a las que llegó el primer encuentro fue la necesidad de crear un Centro de Investigación Internacional para el seguimiento de la migración en el Estrecho de Gibraltar que, según ha destacado el presidente de la Fundación Migres, Miguel Ferrer, se encuentra en una "posición estratégica", al separar el Océano Atlántico del Mar Mediterráneo, y dos continentes.

Esta Fundación, organizadora del encuentro, dará a conocer al grupo de trabajo un informe sobre los efectos del cambio climático en las aves migratorias.

Ferrer ha adelantado que este informe plantea el riesgo de que las aves acorten su distancia de migración, con el peligro que esto supone para las aves migratorias de larga distancia.

Como solución a este conflicto, Ferrer ha propuesto la "custodia del territorio" que permite una actuación más dinámica, que es absolutamente necesaria debido a que los cambios "son rápidos, y se mueven con las aves".

El cambio climático y sus efectos sobre la vida es considerado un asunto prioritario en todos los programas científicos europeos y mundiales, y, además, forma parte de las directivas europeas la obligación de desarrollar estrategias para la conservación de la biodiversidad en todos los países miembros.

El grupo de trabajo de la Convención de Berna está formado por 45 países pertenecientes al Consejo de Europa.