El ex presidente del CSIC y catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense César Nombela ha declarado a EFE que la clonación de un embrión humano "tiene poco interés científico" y ni siquiera se demuestra que de esos embriones se puedan derivar células madre.

Nombela considera que la clonación humana es una vía que debería descartarse tras la consecución, a finales del año pasado, de células madre inducidas, que permiten reprogramar células normales para obtener células específicas sin necesidad de crear un embrión.

Asegura que en el estudio de este tipo de células y en el de las células madre adultas y que tienen una menor versatilidad.

Marcelo Palacios, fundador de la Sociedad Internacional de Bioética ha asegurado a EFE, por el contrario, que el descubrimiento abre expectativas para conseguir células madre que no provoquen rechazo inmunológico en el paciente.

Ha añadido que todas las vías son positivas, y que el desarrollo de células madre inducidas está todavía "muy en sus comienzos" y que habrá que esperar para ver su resultado final.

Palacios ha puntualizado que esta clonación, con fines terapéuticos está permitida por la legislación española, que no considera cigotos en sentido estricto a los formados a partir de la transferencia del núcleo de una célula adulta a un ovocito, sin que se haya producido la fecundación por un espermatozoide.

Ambos científicos, sin embargo, han coincidido en poner reparos a la autorización por parte del Gobierno inglés de crear embriones híbridos de humano y animal.

Nombela ha asegurado que "éticamente, produce bastante repugnancia", que la técnica sirve para muy poco y que se ha hecho a la vista de que la clonación humana, que llevaba autorizada cinco años en este país, fue un fracaso completo por la baja disponibilidad de ovocitos donados por las mujeres para investigar.

Palacios ha señalado que "tampoco hay tanta escasez de ovocitos humanos" como para hacer necesaria esta autorización.

La técnica es interesante, ha afirmado, "en el plano puramente experimental", pero con vistas a su aplicación tengo reparos sobre la carga genética y el material celular de procedencia animal.

Esta práctica, ha recordado, está prohibida por la legislación española.