El estudio ha sido dirigido por Juan Lerma, científico del Instituto de Neurociencias de Alicante (centro mixto del CSIC y la Universidad Miguel Hernández), y se publica en el último número de la revista de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO).

Los investigadores han comprobado que los receptores de kainato, un tipo de proteínas identificadas hace 10 años por el grupo de Lerma, actúan como canales iónicos capaces de excitar las neuronas, pero consiguen el efecto contrario si inducen su desaparición.

Para ello pueden disparar una cascada de acciones que, entre otros efectos, activan la proteína kinasa C, que a su vez, favorece la desaparición de los receptores de kainato de la membrana celular, frenándose así una excesiva excitación neuronal.

Según Lerma, el que las neuronas puedan disminuir o incrementar la intensidad de su comunicación, gracias a sus receptores, es uno de los mecanismos más llamativos de la comunicación neuronal, y podría permitir a los individuos aprender tareas y almacenar datos.

El nuevo mecanismo descrito también desmiente la idea aceptada hasta ahora de que la muerte neuronal es inducida por el kainato, una toxina extraída de determinadas algas y utilizada tradicionalmente en estudios de epilepsia.

La inoculación de esta sustancia en animales de laboratorio reproduce en ellos los síntomas de los pacientes epilépticos.