El descubrimiento resulta sorprendente por cuanto se pensaba que la densidad de la piel de esos paquidermos sería suficiente para que las abejas no les causaran ninguna impresión.

Los investigadores de esa universidad inglesa expusieron a manadas de elefantes al sonido de un enjambre de abejas africanas furiosas y observaron su respuesta, según informa la publicación "Current Biology".

"No nos sorprendió que respondieran al zumbido amenazador de esas abejas porque los elefantes son al fin y al cabo animales muy inteligentes, que están en todo momento alerta a lo que los rodea, pero sí nos chocó que salieran huyendo", afirmó Lucy King, del departamento de zoología de Oxford.

"Casi la mitad de los elefantes de la manada huyeron despavoridos a los diez segundos de que les pusiésemos la grabación del zumbido de las abejas", señaló la zoóloga británica.

Según King, las abejas africanas emiten un feronoma (sustancia desprendida por las glándulas sexuales para atraer al individuo del otro sexo) que las hace atacar. Puede ocurrir que 10.000 abejas ataquen a la vez, y es algo que los elefantes recuerdan y que los aterroriza".