Científicos de la Universidad de Bristol (suroeste de Inglaterra) creen que la investigación, de la que hoy se hizo eco la BBC, puede permitir nuevas formas de tratamiento de esa enfermedad, que afecta a más de 600 millones de personas en el mundo.

Los expertos aislaron una proteína (JAM-1) localizada en el cerebro y descubrieron que ésta parecía aprisionar glóbulos blancos, obstruyendo la circulación sanguínea.

Esto puede causar inflamaciones y reducir la entrada de oxígeno en el cerebro, según los científicos.

"La (proteína) JAM-1 podría darnos nuevas pistas sobre cómo tratar la enfermedad", explicó Julian Paton, uno de los científicos que han llevado a cabo el estudio.

Los expertos van a estudiar la posibilidad de tratar a aquellos pacientes que no responden a las terapias convencionales para la hipertensión con fármacos que reducen la inflamación de los vasos sanguíneos e incrementan el flujo sanguíneo al cerebro.

"El reto futuro será entender las inflamaciones dentro de los vasos sanguíneos del cerebro, para saber qué medicinas pueden utilizarse y cómo tratarlos", añadió Paton.

La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo de cardiopatías y una de las principales causas de insuficiencia renal.