Con 63 votos a favor y 34 en contra, los senadores aprobaron una medida que levanta la prohibición que impuso en 2001 el presidente George W. Bush al uso de fondos federales para investigaciones con nuevas líneas de células madre embrionarias.

El proyecto de ley es uno de dos que fueron sometidos a votación en el pleno del Senado. Para convertirse en ley, la medida tiene que ser armonizada con la que aprobó la Cámara de Representantes en enero pasado.

El segundo proyecto de ley, que se prevé también será aprobado en breve, se presenta como una alternativa, ya que limita los fondos federales a investigaciones realizadas con células extraídas de embriones descartados en las clínicas de fertilidad.

La Casa Blanca ha dejado claro que Bush vetará cualquier legislación que suponga la destrucción de embriones humanos, aunque las células madre extraídas de ellos puedan contribuir al descubrimiento de curas o tratamientos para diversas enfermedades.

De hecho, la única vez que Bush ha vetado un proyecto de ley desde que asumió la presidencia en 2001 ha sido precisamente el año pasado, cuando rechazó una medida que ampliaba los fondos federales para este tipo de investigaciones.

Las células madre tienen el potencial de desarrollarse como componentes de todo tipo de tejidos en el cuerpo, lo que explica el entusiasmo de la comunidad científica para este tipo de investigaciones.

Pero el 9 de agosto de 2001, Bush emitió una orden ejecutiva que prohíbe la financiación federal de investigaciones con células madre extraídas después de esa fecha, lo que, para efectos prácticos, limitó a 22 el número de líneas de células madre embrionarias.