Durante los actos oficiales, delegaciones del Kremlin, el Gobierno y el Parlamento depositaron ofrendas florales en las tumbas de Gagarin y Serguéi Korolióv, considerado el padre de la cosmonáutica.

Gagarin y Korolióv yacen en el panteón de personas ilustres del sector de murallas del Kremlin que flanquea la Plaza Roja, en el centro de Moscú.

La prensa rusa publicó hoy numerosas notas sobre Gagarin y el diario "Izvestia" reprodujo en un suplemento su edición vespertina especial del 12 de abril de 1961 dedicada al primer vuelo del hombre al espacio.

"El 12 de abril de 1961 la Unión Soviética puso en la órbita terrestre la primera nave-satélite ´Vostok´ con una persona a bordo", señaló el despacho de la agencia oficial Tass que hace casi medio siglo leyeron millones de soviéticos.

Por ese mismo comunicado el mundo se enteró de que el cohete que impulso la "Vostok" fue lanzado a las 09.07 hora de Moscú desde un polígono militar secreto en la república soviética de Kazajistán, hoy un Estado independiente.

Sucesivos comunicados de la Tass informaron de que Gagarin a bordo de la "Vostok" reportó que se encontraba bien cuando sobrevoló Suramérica y África.

Durante ese tiempo, la "Vostok" describió una vuelta elíptica en torno a la Tierra con un apogeo de 302 y un perigeo de 175 kilómetros.

"Desde la altura cósmica la Tierra se ve con nitidez, se distinguen claramente las montañas, la costas y las islas", escribió posteriormente Gagarin en su informe oficial sobre el vuelo.

Su retorno a la Tierra supuso un gran riesgo: la "Vostok" no tenía recursos técnicos para posarse en la Tierra y Gagarin, a 7.000 metros de altura, tuvo que abandonar la nave en caída libre con ayuda de la silla de inyección (catapulta) y aterrizar en paracaídas.

Afortunadamente, el paracaídas de Gagarin se posó en la pradera de una granja estatal (koljoz), aunque a casi 400 kilómetros de distancia del lugar donde lo esperaban las brigadas de rescate.

Era el koljoz "Senda de Lenin", en la región de Sarátov, en el curso medio del río Volga, y en un principio sus habitantes pensaron que Gagarin era un espía estadounidense.

Para la humanidad la proeza del soviético supuso el comienzo de una nueve era y para la URSS y Estados Unidos la carrera espacial para conquistar el cosmos.

Desde que comenzó la exploración del espacio centenares de cosmonautas de varios países han viajado a la órbita terrestre, donde actualmente opera la Estación Espacial Internacional (EEI) habitada permanentemente por profesionales y en ocasiones por turistas.

Entre estos últimos figura el millonario estadounidense Charles Simonyi, que en compañía de cosmonautas rusos y estadounidenses celebrará hoy la hazaña de Gagarin.

Según el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia, Simonyi, los rusos Mijail Tiurin, Fiódor Yurchijin y Oleg Kótov, así como los estadounidenses Michael López-Alegría y Sunita Williams celebrarán la efeméride con una cena de restaurante de cinco tenedores.

El menú lo elaboró el chef francés Alain Ducasse e incluye codornices asadas en vino de Madrian, pechugas de pato rellenas con alcaparras, pollo al queso con retoños de apio y puré de patata con nueces.