Este proyecto, llamado "Atenea", se desarrollará a partir de un convenio de colaboración firmado hoy por el conseller de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón, y representantes del Ciemat (centro dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia), la empresa valenciana de transformación de materiales metálicos Imecal y la planta de Ford en Almussafes.

La combinación de etanol en un 85% y de gasolina en un 15% reduce un 80% la contaminación producida por los vehículos y éstos mantienen las mismas prestaciones, según explicaron en una rueda de prensa uno de los investigadores, Vicente Signes, y el director de Operaciones de Ford España, Antonio Adés.

La primera fase, que cuenta con un presupuesto de 600.000 euros (300.000 euros los aporta la Agencia Valenciana de la Energía y el resto Imecal y Ciemat a partes iguales), consistirá en el estudio en laboratorio de las condiciones del proceso y la viabilidad técnica y económica del proyecto.

En una segunda fase la empresa Imecal, ubicada en L´Alcudia (Valencia), desarrollará el proceso de producción de bioetanol mediante la transformación de las cáscaras, la pulpa y los zumos de las naranjas, y en la última parte del proyecto la multinacional Ford validará el combustible para su utilización en vehículos.

Se estima que en torno al año 2009 podría finalizar la investigación, y comenzar a comercializar el bioetanol de forma progresiva, según detalló el director general de Ciemat, Juan Antonio Rubio.

La compañía automovilística dispone de motores flexibles que pueden funcionar con mezclas de combustible en cualquier proporción, como es el caso del motor I.4, fabricado en la planta de Almussafes, que se monta en los modelos Focus, C-Max y Volvo. Además en 2008 dispondrá de motores de estas características para el S-Max y el nuevo Mondeo.

Un vehículo que utiliza gasolina emite 180 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, mientras que con el uso de bioetanol esas emisiones se reducen a 70 gramos, según explicó el director de Operaciones de Ford, quien añadió que la mayoría de motores flexibles se venden en los países nórdicos, especialmente Suecia.

En la Comunitat Valenciana se producen cinco millones de toneladas de cítricos al año, de ellos dos son para consumo humano y uno para producción de zumos y esta cantidad, a su vez, genera 600.000 toneladas de residuos.

Otra investigadora del Ciemat, Mercedes Ballesteros, indicó que las ventajas del proyecto son que en la Comunitat Valenciana "está la materia prima, la empresa que desarrolla el etanol de segunda generación y los vehículos que pueden utilizarlo".

La necesidad de buscar combustibles alternativos menos contaminantes para el medio ambiente y reducir la dependencia del petróleo es la filosofía de este proyecto, que sigue la misma línea que los desarrollados en España para producir bioetanol a partir de cereal y de residuos sólidos urbanos.

En esta última iniciativa, en la que también colabora Ford, Imecal dispone de una planta capaz de procesar cuatro toneladas el día de residuos sólidos urbanos, que será donde se aplicará el tratamiento de los residuos de cítricos.

Según explicaron, el bioetanol a partir de residuos de cítricos tendría un precio para el consumidor similar al de la gasolina ya que, aunque su producción es más cara, los biocombustibles están exentos del impuesto de hidrocarburos.

El conseller de Infraestructuras y Transporte avanzó que la Generalitat concederá subvenciones del 50% del coste para la instalación de nuevos surtidores (unos 20 en total) con combustibles distintos a la gasolina.