La fase de integración de sistemas del avión se inició en 2003 en el Centro Europeo de I+T de Boeing en Madrid y se ha completado recientemente, detalló en declaraciones a Efe su responsable de Tecnologías Medioambientales, Nieves Peña.

El prototipo tiene 16,3 metros de envergadura y será capaz de volar a una velocidad de crucero de 100 kilómetros por hora gracias a un sistema híbrido de potencia en el que la pila de combustible de Membrana de Intercambio Protónico (Proton Exchange Membrane PEM) proporciona la energía para la fase de crucero.

Las baterías ligeras de ion litio entran en funcionamiento en los momentos de mayor necesidad energética, es decir el despegue y ascenso de la nave.

Las pilas PEM, según Peña, no producen emisiones y producen menos ruido que los conocidos motores impulsados por combustibles hidrocarburos.

El grupo Aerlyper de Madrid se ha encargado de modificaciones en la estructura del avión; Air Liquide España del diseño y montaje de combustible a bordo y de la estación de reabastecimiento; y SENASA proporcionará las instalaciones para los vuelos de prueba, en Ocaña (Toledo).

La división de Ingeniería Electrónica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha colaborado en la construcción de la caja de gestión y distribución de potencia y su Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA) ha hecho las pruebas en banco de postintegración;

Otros proveedores españoles son Indra, Ingeniería de Instrumentación y Control (ICC), Inventia y Técnicas Aeronáuticas de Madrid (TAM).

"Los verdaderos retos" del diseño y realización del prototipo han sido resolver problemas como la disipación de calor, la distribución de potencia, acoplamiento de piezas y la seguridad, todos ellos "resueltos con eficacia".

La tecnología de las pilas de combustible, precisó Peña, aún dista mucho de poder ser usada en el transporte aéreo de pasajeros, a diferencia de lo que sucede con el terrestre, ya que "en unos cinco años se podrán tener coches circulando movidos con pilas de combustible".

Una pila de combustible es un dispositivo electroquímico que transforma directamente el hidrógeno en electricidad y calor sin combustión, lo que proporciona, "eficacia y beneficios medioambientales" porque no produce emisiones de CO2 y son más silenciosas que los motores impulsados por hidrocarburos.

No obstante, es una "tecnología en su infancia", que hoy sólo puede ser usada en automóviles y aviones pequeños en los que la exigencia de peso no es muy grande.

Además del sistema PEM, los investigadores ven prometedores otros tipos de tecnología de combustible tales como las de óxido sólido (Solid Oxide Fuel Cell) que podrían aplicarse a los sistemas generadores de energía secundaria -entretenimiento o luces-, y que podrían estar listas para su aplicación en aviones comerciales dentro de 10 ó 15 años.

El Centro Europeo de Boeing de Madrid ha trabajado además con compañías de Alemania, Austria, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.