Los robots biológicos, compuestos por proteínas y ácidos nucleicos, se podrían programar en un futuro para desempeñar tareas predeterminadas en gran número de substancias químicas en función de los estímulos que reciben y que los hace cambiar de color.

En este sentido, el proyecto planteado por el equipo valenciano consiste en la implantación de un circuito molecular en una bacteria E.-Coli para que ésta sea capaz de diferenciar en la vainilla estímulos sensoriales como el sabor, según explicó hoy a EFE el profesor Albert Ferrando, de la Universidad de Valencia.

Este grupo ha participado por vez primera en el concurso internacional IGEM (International Genetically Engineered Machine), coordinados por los profesores Pedro Fernández de Córdoba y Javier Urchueguía, de la Universidad Politécnica de Valencia; Albert Ferrando y Jesús Salgado, de la Universidad de Valencia, y Alfonso Jaramillo, de la Ecole Polytechnique de Francia.

Albert Ferrando explicó que "los estímulos externos sobre los que se ha trabajado durante la fase de laboratorio -mediante la implantación en el circuito de las correspondientes moléculas sensoras y conductoras de la señal- han sido, por un lado, el nivel de acidez del medio externo (pH) y, por otro lado, el nivel de la molécula vainilla (vanilina) presente en el medio".

"Dentro de la lógica conceptual de la biología sintética, estos circuitos bioquímicos, implantados artificialmente a través de plásmidos, serían reutilizables en combinación con sensores capaces de detectar otros muchos estímulos", señaló.

El doctor Ferrando indicó que durante el período aprendizaje, la preparación de los estudiantes se llevó a cabo mediante cursos específicos que fueron impartidos por expertos en el campo provenientes de universidades como la École Polytechnique de Francia o el Indian Institute of Technology de Bombay e India.

"La participación en el concurso IGEM ha permitido a los estudiantes interaccionar con los grupos de las universidades más importantes del mundo, a la vez que les ha formado en un nuevo campo que será fundamental para el futuro desarrollo de la tecnología y la medicina", explicó.

"Además, para las universidades participantes supone una ocasión inmejorable de sumarse, desde sus inicios, al desarrollo de una nueva rama científica de enorme potencial estratégico", indicó el investigador.

En relación a la Biología Sintética, el profesor Albert Ferrando avanzó que "ésta disciplina combina los métodos de la Ingeniería con la Biología para dar lugar a un emergente campo científico que pretende introducir nuevos circuitos biológicos en células, usando un proceso de estandarización análogo al utilizado en la electrónica".

"De este modo, se pueden transformar estas células en pequeños ordenadores biológicos programados para desempeñar tareas predeterminadas", señaló.

"Se trata de una nueva área de la Ingeniería, de carácter intrínsecamente multidisciplinar, cuyo objetivo último es diseñar e implementar nuevas aplicaciones utilizando como base sistemas biológicos", indicó Alberto Ferrando.

Según este investigador valenciano, "esta emergente disciplina se origina tras los pasos alcanzados por la Biología Molecular durante las últimas décadas y se encuentra íntimamente relacionada con otras disciplinas ya existentes, como la Ingeniería Genética, la Ingeniería Metabólica y la Biología de Sistemas".