Cramer, quien intervino en el ciclo de conferencias sobre el cambio climático organizado por la Estación Biológica de Doñana en Sevilla señaló que, aunque las predicciones científicas sobre este fenómeno divergen en cuanto a su intensidad y localización, sí coinciden en que los ecosistemas de la Península Ibérica acumulan los mayores riesgos ante el aumento de la temperatura y el recorte de las lluvias, dos de los efectos constatados del cambio climático.

Este científico, jefe del departamento del cambio global del Instituto de Climatología de Postdam (PIK en sus siglas alemanas), advirtió de que las dificultades de los científicos para concretar modelos de predicción del cambio climático no deben de ocultar "la certidumbre" de su existencia.

Añadió que los resultados del primer estudio europeo sobre el cambio climático -el proyecto ATEAM- prevén un aumento de la temperatura media en Europa en este siglo de entre dos y cinco grados centígrados, frente al grado que acumuló durante el siglo veinte.

"Todos los escenarios coinciden en que se producirá un aumento de las temperaturas y tenemos la certidumbre de que, se haga lo que se haga para proteger el clima, aumentará la temperatura media en Europa", apostilló.

Cramer admitió la escasez de modelos científicos para predecir la evolución del cambio climático, pues su elaboración es muy compleja y cara, y la dificultad de concretar su impacto en cada ecosistema, porque son muy diferentes, pero aseguró que "todos los escenarios prevén riesgos considerables" y animó a "pasar a la acción y no esconder el problema bajo la alfombra".

"Como científico, mi honradez me impide asegurar dónde y cuándo se van a producir inundaciones como la que sufrió Alemania en 2002 o sequías como la de Francia en 2003, pero sí puedo asegurar que se van a repetir", enfatizó.

Señaló que, pese a la indefinición de las predicciones sobre el impacto del cambio climático, resulta "innegable" que las temperaturas y las precipitaciones han cambiado aceleradamente en Europa en los últimos años y que existen evidencias del impacto del cambio climático como el adelantamiento de las vendimias.

"No hay forma de trasladar el impacto del cambio global a los cambios regionales que provoca, porque no existe un patrón científico, pero tenemos la certidumbre de que nuestros ecosistemas y nuestra sociedad son vulnerables a estos cambios y a las pérdidas de biodiversidad e incluso económicas que provocan", añadió.

Destacó que la Península Ibérica "aparece siempre como un escenario de alto riesgo" ante el cambio climático en todos los modelos de predicción elaborados.

"La imposibilidad de predecir el impacto del cambio climático en cada ecosistema no impide confirmar su existencia y que la sociedad es vulnerable ante él", concluyó Cramer.