La reunión, que se prolongará durante dos semanas y en la que se espera que participen cerca de 6.000 personas, entre delegados, observadores, funcionarios de la ONU y expertos, incluirá también la Conferencia de las Partes, en total 165, que han ratificado el Protocolo de Kioto.

El protocolo, que entró en vigor el 16 de febrero de 2005, impone a las naciones industrializadas límites obligatorios de emisiones de gases de efecto invernadero, con objeto de reducir éstas globalmente entre 2008 y 2012 en un 5,2 por ciento respecto a los niveles de 1990.

Los compromisos del Protocolo de Kioto, no obstante, finalizan en 2012, pero el año pasado, en la Conferencia de las Partes celebrada en Montreal (Canadá), los países acordaron "iniciar un proceso para considerar posteriores compromisos" más allá del 2012.

En Nairobi se analizará la información científica y socio-económica existente y relevante de cara a determinar qué compromisos se deben adquirir a partir de esa fecha.

Es la primera vez que una COP de la Convención sobre el Cambio Climático se celebra en Africa Subsahariana y la segunda que tiene lugar en el continente, ya que en 2001 se celebró en Marrakech (Marruecos).

Según el secretariado de la Convención, "la ubicación de la reunión en Africa, muy vulnerable a los efectos del cambio climático, contribuirá a resaltar importantes asuntos como la adaptación al cambio climático, así como la financiación y la necesidad de formación para que los países en vías de desarrollo puedan participar en el Mecanismo de Desarrollo Limpio".

Mediante dicho mecanismo, previsto en Kioto, los países industrializados pagan proyectos que reducen o evitan las emisiones en los países más pobres, y a cambio se les adjudican créditos que se pueden aplicar para cumplir sus propios objetivos de emisión.

La atmósfera se beneficia al recibir globalmente menos emisiones, mientras los países receptores se benefician de la infusión gratuita de tecnología que permite a sus fábricas o centrales eléctricas funcionar de manera más eficiente, y de ese modo los países pobres pueden desarrollarse sin empeorar la situación ya comprometida del clima mundial.

La necesidad de asistencia técnica y financiera que tienen los países en vías de desarrollo "está cada vez más clara", según el secretariado, y uno de los mecanismos creados para proveerla es el llamado Fondo de Adaptación, que se nutre de los beneficios del Mecanismo de Desarrollo Limpio.

En Nairobi, los ministros deben ponerse de acuerdo sobre cómo dicho fondo debe ser gestionado, ya que el Mecanismo de Desarrollo Limpio ya está generando beneficios que podrían aplicarse a financiar proyectos.

También se tendrá que analizar cómo conseguir que estos beneficios y los del "mercado de carbono" se distribuyan mejor y lleguen también a Africa, ya que en la actualidad, desde parques eólicos a centrales hidroeléctricas, la mayoría de los proyectos se concentran en unos pocos países.