"No estaremos en capacidad de volar nuevamente hasta que hayamos eliminado este problema", dijo Bill Parsons, director del programa de los transbordadores durante una conferencia de prensa en el Centro Espacial Johnson, en Houston (Texas).

"Evidentemente tenemos mucho trabajo por hacer", agregó el alto funcionario de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EEUU (NASA).

Parson precisó que "este era un vuelo de prueba. No resultó como hubiésemos querido. No puedo adelantar cuál será el impacto (de la suspensión) hasta que determinemos qué ocurrió".

En una triste conferencia de prensa, Parsons señaló que "tenemos que admitir que nos equivocamos" al señalar que el vuelo era totalmente seguro.

"Ese trozo de aislante no debió haberse desprendido. Pero ocurrió. Tenemos que hacer algo al respecto", indicó.

El "Discovery" partió el martes de Cabo Cañaveral (Florida) con siete tripulantes para avituallar a la Estación Espacial Internacional (ISS, siglas en inglés), que gira en una órbita terrestre a 385 kilómetros de la superficie de la Tierra.

La vía libre para el lanzamiento fue dada pese a que uno de los cuatro sensores del tanque externo de combustible funcionó defectuosamente el 13 de julio y obligó a suspender la misión.

La NASA había programado una misión del transbordador "Atlantis" para septiembre de este año, también para avituallar a la ISS.

Parsons declinó especificar cuándo podrían reanudarse los vuelos que son cruciales para concluir la construcción del complejo orbital ISS.

El problema detectado por las cámaras de la aeronave es similar al que provocó la catástrofe del "Columbia" el 1 de febrero de 2003 y que obligó a suspender las misiones de los transbordadores.

El desprendimiento de un trozo de espuma aislante del depósito de combustible exterior del "Columbia" perforó un sector del ala izquierda y la nave se desintegró cuando se disponía a terminar lo que había sido hasta entonces una exitosa misión científica.

Fuentes de la agencia espacial admitieron que la decisión constituye un duro revés para el programa espacial, tras dos años y medio de esfuerzos para superar los problemas derivados de la tragedia del "Columbia", en la que perecieron sus siete tripulantes.

La NASA había difundido hoy imágenes del trozo de aislante y Allard Buetel, uno de los portavoces de la agencia espacial, dijo que no se cree que haya hecho impacto en la estructura de la nave.

Parsons se hizo eco de esas palabras al señalar que "llámese suerte o lo que sea, no causó daños al transbordador. Si el trozo de espuma aislante se hubiese desprendido antes, cuando la atmósfera es más densa, podría haber provocado daños catastróficos al ´Discovery´".

El transbordador, que tuvo un lanzamiento perfecto hasta que las cámaras captaron el desprendimiento, tiene como principal misión llevar equipos y vituallas a los ocupantes de la ISS.

Pero también debe poner a prueba todas las medidas de seguridad que se tuvieron que aplicar en la nave como resultado de la tragedia del "Columbia".

"Creemos que podemos conseguir que este vehículo sea totalmente seguro para la próxima misión", dijo Parsons, "Pero hasta que no estemos listos, no volveremos a volar", reiteró.

Los daños que pudo haber causado el desprendimiento fueron investigados hoy por los astronautas tras su primera jornada en órbita terrestre.

Los especialistas Andrew Thomas, Charles Camarda y el piloto James Kelly, se ubicaron en la cubierta de popa del transbordador para inspeccionar el casco de la nave y algunos de los principales componentes de su escudo protector.

Esas operaciones se realizaron mientras los expertos en el Centro de Control de Houston (Texas) analizaban detalladamente cada una de las centenares de imágenes tomadas por las cámaras en el momento en que se produjo el desprendimiento.