Seis en punto de la tarde, tocan a la puerta de San Francisco de Asís y ya aguarda la Virgen para ser sacada. Bajo un sol de justicia, un buen puñado de murcianos se agolpa en la Redonda, muchos de ellos móvil en mano, para ver salir, lo primero, a los tambores. Que suena al son del silencio.

«Salimos con orgullo por las calles de Murcia», anunciaban este sábado por la mañana desde la Cofradía de La Fe, cuyos integrantes llevaban días con los «nervios a flor de piel», confesaban desde la agrupación. 

Como hacían cada Sábado de Pasión, antes de que la covid irrumpiese para paralizarlo todo, los nazarenos de túnicas marrones partían desde Capuchinos, en la Circular, para seguir, en solemne cortejo, por el Tontódromo y Santo Domingo, en línea recta hasta llegar a la Catedral. 

Un momento de la procesión, al atravesar la Redonda Juan Carlos Caval

«Te distingues por tus colores y silencio. Pero hay más debajo de esa túnica: hay sentimiento nazareno, recogimiento y fervor. Solo lo puedes sentir siendo parte de la familia capuchina. El Sábado de Pasión en nuestro día».

Así expresaban desde la cofradía qué significa ser un nazareno de La Fe, procesión que cuenta con dos pasos: el Santísimo Cristo, un crucificado que esculpió Fernández Dorrego a finales de los años 50, y Santa Mª de los Ángeles, una talla joven, ya que la hizo Yuste Navarro en 2014. La Madre de Dios, con los ojos enrojecidos de tanto llorar, fue sacada del templo murciano a las seis y cinco de la tarde. En silencio, sin banda de música. Entre aplausos del respetable.  

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La Fe vuelve a salir dos años más tarde Juan Carlos Caval

A las seis y diez sacaban de la iglesia al Cristo de la Fe, acostado, como es tradición, para alzarlo empleando el sistema de cuerdas y poleas que usan cada año ya en el exterior del templo. En apenas unos minutos, con devoción y mimo, la talla quedaba clavada en un Calvario de flores rojas como su sangre derramada. Aplausos y, ahora sí, una banda de música revienta la solemnidad y explota en Pasión. El Cristo de la Fe ya está en la calle.