Semana Santa

No queda ni una silla para el desfile de Domingo de Ramos en Lorca

Los palcos cuelgan el cartel de ‘agotados’ mientras la ciudad se llena de turistas

Dos caballos blancos en corbeta en la procesión de este Viernes de Dolores.

Dos caballos blancos en corbeta en la procesión de este Viernes de Dolores. / Pilar Wals

Difícil. Muy difícil lo va a tener el que quiera presenciar la Procesión de las Palmas este Domingo de Ramos. No queda ni una sola silla en los palcos de la carrera principal. Se agotaban a primera hora de la mañana, como afirmaba en declaraciones a La Opinión la edil de Turismo, María Ángeles Mazuecos, que apuntaba que las únicas localidades libres son las especialmente adaptadas para sillas de ruedas. “La venta ha sido más rápida de lo habitual. Desde que se abrieron las taquillas para adquirir las localidades de Viernes de Dolores y Domingo de Ramos se han registrado largas colas. La posibilidad de comprarlas por separado llevará a mucha más gente hasta los palcos”.

La presencia de visitantes y turistas es visible por las calles y plazas de la ciudad. “Vienen de forma particular, pero también en grupos. Las calles registran más público del habitual en estos primeros días de la Semana Santa”, destacaba. Franceses e ingleses recorren la ciudad y visitan los museos de bordado de las cofradías, pero también recorren monumentos como la antigua colegial de San Patricio. Y pasean por la carrera principal, sorprendidos, por la arena que ocupa estos días la calzada de la avenida de Juan Carlos I. Acuden a la Plaza del Óvalo y a Floridablanca, donde los gigantescos carros que procesionarán están dispuestos para su entrada en la carrera en el desfile de este domingo.

La carrera secundaria, que transcurre por la calle Lope Gisbert, Príncipe Alfonso y Santa Paula es la otra opción para los que no cuentan con una localidad. En ese lugar, esperan los que están por adentrarse en la carrera. Esa zona permite a los visitantes y turistas contemplar más cerca a los personajes, los carros y caballerías, como también a los tronos. Es el lugar ideal para captar instantáneas únicas, como lo es acudir a las sedes religiosas para ver las salidas y recogidas de las imágenes.