La Opinión de Murcia

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Semana Santa en Lorca

El piropo más triste, el llanto más alegre

El sentimiento agridulce por la despedida se palpó en las sedes de blancos y azules en las recogidas de sus imágenes titulares, la Virgen de la Amargura y la Virgen de los Dolores

La Virgen de los Dolores y la de la Amargura en su encuentro en Floridablanca. T.M.M./P.W.R.

Con el semblante de quien sabe que se avecina nostalgia y el viva más triste en la boca. Las recogidas de las imágenes de blancos y azules, la Virgen de la Amargura y la Virgen de los Dolores, siempre son un crisol de emociones. Los lorquinos que acuden a la capilla del Rosario y a la iglesia de San Francisco se mueven en una escala emocional entre la satisfacción y la desazón. Satisfacción porque todo ha salido bien y ha sido una gran Semana Santa. Desazón porque hay que poner el marcador a cero y vete tú a saber qué trae consigo el destino.

el llanto más alegre

Miles de lorquinos cumplieron con la tradición de acompañar y despedir a sus imágenes tras la procesión del Viernes Santo. Tras el paso por la Carrera principal, la Virgen de la Amargura se encontró cara a cara con la Virgen de los Dolores a la altura del Huerto Ruano. La rivalidad limada en ese instante en que más que de blancos y azules se habla de Lorca. Dura poco, pero sabe a cielo expectante y luna vigía. Sabe a estrellas, una por cada cofrade recordado en una noche en la que se echa mucho de menos a quienes no están, a quienes legaron una herencia de valor incalculable.

el llanto más alegre

Por Floridablanca, la virgen guapa continuó hacia Lope Gisbert a hombros de sus portapasos encarando el momento de la recogida, del regreso a su templo abarrotado. Allí la explosión final de los sentimientos y el deseo de acelerar el calendario a la primavera siguiente. Un último piropo colectivo del pueblo blanco, que los individuales, esas plegarias del día a día, cada cual las custodia a su manera.

el llanto más alegre

Mientras, iniciaba su recorrido la procesión del Santo Entierro recuperada hace algunos años por el Paso Azul rememorando la que originalmente se llevaba a cabo en la ciudad antigua. Con el trono del Cristo Yacente y los estandartes de la cofradía abriendo paso, los azules recorrieron Lope Gisbert hasta alcanzar la esquina de Pío XII y acceder hasta Corredera. Al fondo ya se veía la torre de San Francisco vestida con el rostro de la Dolorosa. El acelerar de corazones fue inevitable y deseable. Los últimos pasos fueron un revivir de los días pasados desde la noche de la serenata. Los piropos hacia la Mater Dolorosa seguían brotando pero ya envueltos en morriña. Se hizo el silencio y a la voz del mayordomo los portapasos accedieron al templo entre la algarabía azul y un grito unísono en forma de himno.

En ambas sedes se prolongaron los vítores durante varios minutos hasta que poco a poco azules y blancos fueron abandonando los templos a pesar de la resistencia inicial. Tocaba marcharse, con tristeza pero agradeciendo que el milagro de estos días se hubiese materializado, por fin, desde aquel año 2020.

Abrazos buscados y secundados, lágrimas en los ojos de aquellos privilegiados que portaron su dolor y sufrimiento porque, desde la fe o sin ella, todo lo acontecido el pasado viernes se resume en la pena de una madre por el hijo muerto. Pequeños con los ojos entornados porque el cansancio ya se acumula, adolescentes que saben que un día serán ellos los que tengan que sacar procesión, los que tengan que enseñar a otros para que la cadena pasional sea perpetua. Teléfonos móviles inmortalizando el momento y restando potestad a sus propietarios para vivirlo en plenitud. Y por final, un crujir de puertas. El templo se cierra.

Salve a la Virgen de la Amargura

La capilla del Rosario acoge esta noche a partir de las 20.30 horas la solemne salve en honor a la Virgen de la Amargura, su imagen titular. Tras la eucaristía, los mayordomos rinden homenaje a la virgen guapa agradeciendo su protección y amparo durante la Semana Santa vivida. Suele ser un acto en el que participan decenas de blancos que cierra así el calendario de actos de estos días. Los mayordomos participantes portan los hachones y crucetas con los que han procesionado en los diferentes Desfiles Bíblico Pasionales y cortejos religiosos por el casco antiguo y el barrio de San Cristóbal.

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