El manto de Judit, de casi tres metros de longitud ornado con una bella cenefa con flores bordadas en sedas rojas y rosadas que se insertan en los eslabones del cordón bordado en oro, es una de las principales piezas que se pueden encontrar en la exposición extraordinaria con motivo de la Semana Santa en el Paso Blanco.
Esta joya del bordado en oro y sedas integra el conjunto de mantos, cuadrigas e infantería asirio babilónica que se estrena este año. Imprescindible contemplarla, apunta el director del Museo de Bordados del Paso Blanco, muBBla, Juan Andrés Ibáñez Vilches. Como también lo es, destaca, las piezas más antiguas, «el Verdugo de Asuero y el manto de Cambises II».
Y el impresionante manto del Anticristo y todo el conjunto del Rey Salomón. En la capilla del Rosario hay que contemplar «el manto y palio de la Virgen de la Amargura y los estandartes de las imágenes sagradas, que se muestran junto a parte de su escolta de nazarenos y mayordomos», detalla Ibáñez Vilches.
Alzando la vista a lo más alto se puede ver la cúpula. «Fue la gran herida que nos dejó el terremoto y que pudimos recuperar». Algunas de las ‘cicatrices’ son visibles si se agudiza la vista. Y, por supuesto, no hay que dejar de pasar por la tienda del Paso Blanco «donde se pueden encontrar gran cantidad de elementos como recuerdo de la vista», concluye el director del muBBla.
En el Paso Azul dos son las localizaciones que integran la exposición extraordinaria de Semana Santa, la iglesia y el antiguo claustro de San Francisco. La directora del Museo Azul de la Semana Santa, Mass, Diana Murcia Gilabert, desvela algunas de las piezas más destacadas que no hay que perderse en estos días. «Los diez mantos del Triunfo del Cristianismo, grupo que enlaza el Cortejo Bíblico y la Procesión Religiosa. Están en el altar mayor de San Francisco».
En el claustro del antiguo convento se hace un homenaje al 75 aniversario de las cuadrigas. Y entre las peculiaridades, un manto donde está presente la rivalidad entre blancos y azules. «Es el de Marco Antonio. Aparece el águila de San Juan, emblema del Paso Blanco, siendo atacada».
La espectacularidad del claustro y el camarín de la Virgen de la Inmaculada, «muy del estilo de Versalles» deben ser tenidos en cuenta, como también el órgano barroco del siglo XVIII que se sitúa en el coro de la iglesia. «Es el único que queda de los que había en la ciudad», recalca Diana Murcia.
La recuperación de todo el conjunto tras el terremoto de mayo de 2011, afirma, recibió el Premio Europa Nostra. La entrada en la exposición extraordinaria del Paso Azul será por el Carrerón de San Francisco, mientras que la del Paso Blanco por el muBBla. Ambos, abrirán de 10.30 a 14 y de 17 a 20 horas.
