La Opinión de Murcia

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Semana Santa de Lorca

Nilo, imperioso río

La civilización egipcia y su faraón Ramsés empapan de colorido la procesión azul de hoy en la que se verán los primeros enganches de la cofradía

Mayordomos azules preparando las tunicelas y complementos de los grupos egipcios que procesionan esta tarde.

Un río de rivalidad con dos orillas enfrentadas recorre durante toda la jornada de hoy la ciudad de Lorca. El segundo de los Desfiles Bíblico Pasionales es toda una declaración de intenciones de lo que se verá en las noches de Jueves y Viernes Santo. Un duelo entre civilizaciones y lo que representan como preámbulo del triunfo cristiano que habrá de venir. Egipto es protagonista esta noche en la procesión del Paso Azul. Un cortejo en torno a la figura del faraón Ramsés II que procesiona en su Barca Solar Sagrada a hombros de esclavos. Pero hasta la entrada del rey de Egipto como personificación de la deidad, serán otros muchos los personajes que vayan tejiendo el hilo conductor del cortejo egipcio. Débora con su gran manto verde mar y su busto bordado en sedas es la más veterana. Este personaje procesionó por primera vez en el año 1878. Esperado por los fieles azules es también el paso de la carroza de Meiamén, madre adoptiva de Moisés, tirada por maromeros entonando una especie de cántico que rememora alguna vieja pugna con la cofradía rival. Pero en Lorca la historia tiene múltiples formatos en los que presentarse. No solo los figurantes que procesionan divulgan un contexto previo al Cristianismo, también los motivos plasmados en los medallones bordados en sedas y oro. Es el caso de los mantos de la caballería egipcia o el ilustrativo manto de Moisés.

Uno de los grupos más esperado es el de los etíopes, que dejan sin aliento al público con sus acrobacias sobre caballos sin montura

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Entre todos los mayordomos de la cofradía, hay uno al que a estas horas le costará disimular el ápice de tensión que hay que tener para sacar adelante una procesión. «La procesión azul del Domingo de Ramos requiere preparar muchos trajes, plumeros y caracterizar a muchas personas porque son muchos los figurantes. Para nosotros es también nuestro ‘romper el hielo’ de los grupos a caballo, ya que nuestra procesión del Viernes de Dolores es religiosa y para nosotros es la más importante, la que todos los azules aguardamos con anhelo porque es el encuentro con nuestra Madre. Es cierto que este año lo estamos viviendo todo con algo más de nervios de lo habitual por estos dos años sin procesiones, pero con mucha ilusión y conscientes de que hemos realizado un buen trabajo que ahora esperemos se vea recompensado con una gran procesión en la Carrera principal. Además el Domingo de Ramos el palco azul está lleno de lorquinos y eso es una motivación extra para que nuestra procesión egipcia sea colorida y espectacular».

Y entre todos los grupos, uno de los más esperados: los etíopes. Esperados porque con sus acrobacias sobre caballos sin montura dejan sin aliento a quien los mira. Para los jinetes lorquinos y para los foráneos es todo un reto procesionar así. Lo sabe muy bien Álvaro Meca Mondéjar. Hace dos años, en los días previos a la Semana Santa de 2020, este joven azul iba a estrenarse como etíope. Ensayaba jornada tras jornada para poder mantenerse estable en los volteos, pero no pudo ser. «La verdad es que fue un poco chasco, pero eso ya está olvidado y este año sí es mi turno. Estoy algo más nervioso porque salgo con un caballo nuevo porque el mío falleció. Aún así nos hemos entendido bien en estos tres meses que venimos ensayando. Ya sabía voltear y ha sido fácil. Intentaré hacer todo lo que hacen los etíopes: el pino, cabalgar de pie, el volteo y darme la vuelta. Tengo muchas ganas», afirma.

Álvaro es astilla. El palo del que procede es su padre, que también ha procesionado a caballo con el Paso Azul en la mayor parte de los grupos que integran el cortejo. «Él está tranquilo porque sabe de qué va la cosa, irá acompañándome por detrás de los palcos. Mi madre es la que va a sufrir más, pero estoy seguro de que una vez que entre en el Óvalo y rompa el hielo, todo va a ir bien». Si así es y Cubano -así se llama el caballo- y Álvaro demuestran estar a la altura de la etiopía azul, este Domingo de Ramos habrá sido solo el principio. 

El color, los matices, la luz, los plumeros multicolores, el cetro, las faldillas y nemes rayados. El Nilo, solo hoy, no está tan lejos de la calle lorquina de Nogalte.

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