Semana Santa en Cartagena

Domingo de Resurrección en Cartagena: Resucitó radiante ante el amor más hermoso

Los del Resucitado convierten en mixto el grupo de portapasos del Ángel de la Cruz Triunfante, trono que ha sido restaurado

Pablo González

Tras unos días de tristeza por la crucificación de Cristo, llegó el día grande: Jesús ha resucitado de entre los muertos, dando así esperanza de una nueva vida en el cielo a los cristianos.

Cartagena estaba contenta, la multitud de público que se distribuía por todo el itinerario vestía sus mejores galas de colores claros y veraniegos. El Resucitado había aparecido en el cielo, como un sol brillante que ofrecía 19 grados y eliminaba cualquier rastro de nube.

La procesión comenzó con los guiones, la escudara de Gran Gala de la Policía Local de Cartagena, la Agrupación de Soldados Romanos del Resucitado, los tercios y tronos de las agrupaciones del Santo Ángel de la Cruz Triunfante, la de Nuestro Padre Jesús Resucitado, acompañado de escolta honores y, por primera vez con un penitente portando el banderín que tradicionalmente llevaba Nuestro Padre Jesús Resucitado de Juan González Morerno.

Por primera vez el trono del Santo Ángel de la Cruz Triunfante, que ha sido restaurado, ha incluido a chicas jóvenes entre sus portapasos, convirtiéndose así en el primer trono mixto juvenil de la Semana Santa de Cartagena.

A estos le siguieron la agrupación del Santísimo Cristo de la Resurrección, cuyo trono -por primea vez- fue escoltado por agentes de la Guardia Civil.

Restauran la Aparición de Jesús en el camino de Emaús y le cambian los alimentos por unos más de la época y zona

El desfile recorrió las calles de casco histórico con alegría e integrando en su recorrido al ‘Sepulcro Vacío, mensaje del Ángel’ y la ‘Alegoría del Ave Fénix’. El público siguió viendo el orden tradicional de las procesiones cartageneras acompañando a las esculturas de pasajes del Nuevo Testamento como las apariciones de Jesús a María Magdalena, a los Discípulos en el camino de Emaús, a Santo Tomás y a los apóstoles en el Lago Tiberiades.

En esta ocasión, los penitentes del tercio de la Aparición de Jesús a los Discípulos en el Camino de Emaús estrenaban sandalias del tercio, coincidiendo con la restauración del grupo escultórico y la renovación de los alimentos de la mesa de este trono, incluyendo un nuevo cordero y un pescado de mayor tamaño y realismo que el existente. En este sentido, se cambió la fruta que se ponía por uva, higos y dátiles, más acordes con el momento histórico en el que ocurrieron los hechos.

Los últimos tronos recibían los vivas y aplausos de los espectadores, tanto el San Juan Evangelista como la Santísima Virgen del Amor Hermoso, que estaba escoltada por las damas de la cofradía vestidas con mantilla de blanco y el piquete del Regimiento de Artillería Antiaérea 73.

El trono del San Juan estrenó una nueva campana de 16 centímetros de diámetro inferior, realizada en bronce fundida por el orfebre artesano Juan Angulo, de Lucena (Córdoba). Esta agrupación también presentó como novedad en el repertorio de piezas para la agrupación dos marchas nuevas; ‘Jerusalem’ y ‘Mesopotamia’, ambas de José Vélez.

Hay momentos en los que se concentraba más cantidad de público como en el giro al llegar a la puerta de la Basílica de la patrona del Resucitado y la Virgen del Amor Hermoso, una imagen restaurada en los últimos meses, y que también fue subida a un ritmo rápido y -sin parar- la calle del Cañón.

Pero, sin duda, el momento más emotivo y que cartageneros y visitantes intentan como sea inmortalizar, fue la aparición del Resucitado a su madre, cuando esta está llegando a la iglesia de Santa María. Tras este emocionante momento, los fieles entonaron la salve cartagenera a la que llaman virgen guapa, que tras escuchar el himno nacional y que el piquete le rindiera honores, se despidió de una sóla vez de los cartageneros hasta el año que viene. Eran ya las 15:45 horas.