Las altas temperaturas y la gran afluencia de gente protagonizaron la última procesión cartagenera, que no se celebraba desde 2018. Vecinos y turistas respondieron a la cita dejando postales de calles abarrotadas de gente que despedían entre llantos de alegría la Semana Santa 2022.

La procesión comenzaba en la Iglesia de Santa María de Gracia, acompañada de una expectante multitud que no quería perderse ni un detalle. El día acompañaba a los miles de fieles, pues los cielos despejados y un clima veraniego invitaban a acompañar a los portapasos por las calles del casco histórico. Calles abarrotadas de familias que disfrutaban nuevamente de otra de las procesiones que más se hacía esperar. Y es que este desfile no se celebraba desde 2018, ya que antes de la pandemia también verían sus planes frustrados por las fuertes lluvias de 2019.

La Cofradía del Resucitado quiso agradecer a sus fieles la espera y decidió estrenar túnicas, capas, hachotes y otras prendas. Además, lucieron restaurados la mayoría de sus tronos. Pues tan larga espera requería de una puesta en escena única, la cual dejaría boquiabiertos a todos los asistentes, especialmente a la gran cantidad de turistas extranjeros que se encontraban viviendo su primera procesión. “Es preciosa, ha resucitado Jesús y todo el mundo está contento”, exclama Francisca, una vecina de la localidad que lloraba de emoción mientras veía pasar el Trono de Nuestro Padre Jesús Resucitado. La alegría fue la tónica dominante de la procesión, ya quedaba lejos el luto y afloraban las sonrisas en las caras de los transeúntes.

La procesión avanzó de manera fluida mientras los acompañaba la alegre música de las bandas, el paso militar y los aplausos de un público entregado. El momento de mayor emoción se daría hacia el final de la procesión. A la llegada de la Calle Cañón comenzaría un espectáculo único, una tradición que sirve como seña de identidad del Resucitado. Varios de los tronos subían la larga cuesta de este rincón de la ciudad portuaria prácticamente a la carrera. Acompañados de aplausos y ‘vivas’ se sucedían un trono tras otro. Los más vitoreados fueron el Trono de San Juan Evangelista, muy querido en Cartagena, y el Trono de la Virgen del Amor Hermoso. “Es la más guapa de todas, viva la Virgen”, aclamaba muy emocionada Cristina.

Sobre las tres y media de la tarde llegaría a la Iglesia de Santa María de Gracia el trono de la Virgen del Amor Hermoso. Un momento de gran emoción, pues sacan el trono de Nuestro Padre Jesús Resucitado para darle la bienvenida y ‘bailarlos’ a la vez. La Salve cartagenera, que seguirían los miles de fieles que se encontraban en los alrededores de la Iglesia, puso el broche. “Es el momento más bonito de la Semana Santa, además es algo único de nuestra ciudad”, comentaba orgulloso Juan, seguidor habitual de la Semana Santa cartagenera. La llegada del Piquete de Artillería Antiaérea nº 73, que pasaron en varias ocasiones a lo largo de la Calle del Aire y un gran espectáculo pirotécnico señalaron el fin de una Semana Santa en la que, por fin, salió el Resucitado.