La Semana Santa de 2020 se vivió en los balcones: estandartes adornaron y saetas sonaron, en medio de un confinamiento domiciliario estricto que impidió sacar a la calle las veneradas tallas del Santísimo Cristo del Amparo, el Santísimo Cristo del Perdón y Nuestro Padre Jesús Nazareno, entre otras.
Ya es 2021 y penitentes y estantes murcianos ven materializada su peor pesadilla: la pandemia, que ha segado la vida de más de 1.500 personas solo en la Región, sigue en marcha y es razón de fuerza mayor el tener que volver a suspender las procesiones. Que no la Semana Santa: es el tiempo en que se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, y se sigue celebrando, aunque los desfiles no puedan tomar las calles, para evitar aglomeraciones.
La covid impide, por segundo año consecutivo, que los pasos salgan a la vía pública, pero no evita que haya pregón, cultos en el interior de los templos y un cartel que protagoniza este 2021 el titular de ‘los azules’, el Santísimo Cristo del Amparo. La semana más santa del año ilumina Murcia con, por ejemplo, la exposición Escenas de Pasión, en la céntrica calle Jabonerías, de donde cuelgan banderolas con hermosas fotos de los tronos.
Las circunstancias obligaron a cofrades y devotos a reinventarse. Jesús del Gran Poder no pudo ser llevado desde el convento de las Madres Capuchinas, donde se halla todo el año, hasta la iglesia de San Nicolás el miércoles 24 de marzo, para, dos días después, salir en procesión en Viernes de Dolores; pero, en cambio, la parroquia acogió una misa en su honor que pudo seguirse en directo en el Facebook de la cofradía.
Este Jueves Santo, por otro lado, no habrá luces apagadas al paso silencioso del Cristo del Refugio, pero sí un vía crucis cantado por los jóvenes de Hakuna Group Music en el interior de San Bartolomé, en el marco de los solemnes cultos que la Real, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Servitas dedica a su patrona y titular, María Santísima de las Angustias.
Hoy, Lunes Santo, el Santísimo Cristo del Perdón no podrá desfilar por las calles de la ciudad, pero en su iglesia, San Antolín, de diez de la mañana a siete de la tarde quedarán expuestos los tronos, para todos los fieles que quieran pasar a verlos. A las ocho y media de la tarde, ‘Meditación’, a cargo de la Coral Discantus, con música sacra del siglo XVI a nuestros días.
Similar iniciativa el Martes Santo: de once de la mañana a dos de la tarde y de cinco a ocho de la tarde se celebrará la exposición de imágenes, insignias y enseres litúrgicos procesionales de la Cofradía de la Salud en la iglesia de San Juan de Dios.
El Miércoles Santo, el día ‘colorao’ por excelencia, al mediodía habrá una ofrenda floral de la Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo a la Dolorosa de la Cofradía de la Sangre, mayordoma de honor, en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Y a las ocho de la tarde, hora simbólica de la salida en procesión del Cristo de la Sangre a las calle, se realizará un repique de campanas en la arciprestal del Carmen, al tiempo que se procederá a abrir las puertas de la capilla, en honor al desfile más huertano de la Semana Santa murciana.
« Cuántas veces, ocupados o indiferentes, hemos dicho: ‘Señor, volveré a Ti más tarde… Hoy no puedo, pero mañana empezaré a rezar y a hacer algo por los demás’. En la vida siempre tendremos cosas que hacer y excusas que presentar; ahora es tiempo de regresar a Dios». Así se expresaba el Santo Padre Francisco con motivo de esta Cuaresma y Semana Santa, que en Murcia saben a caramelos y a mona con huevo. No en Jueves Santo, que es silencio y Refugio; sí de nuevo en Viernes, cuando La mañana de Salzillo rebrota de alegría ya con la esperanza de la Resurrección. Solo así se entiende la belleza de San Juan («que camina solo») y lo inefable del Ángel de La Oración en el Huerto. También estos pasos, como los de Servitas y el Santo Sepulcro, y del Yacente el Sábado Santo, se expondrán dentro de los templos. El Domingo de Resurrección, pregón de cierre en Santa Eulalia, donde la solemnidad llegará en forma de acordes por obra y gracia de la Coral Discantus. Mirando a 2022. Porque, como sentenció el pregonero, el profesor y cofrade sevillano Álvaro Carmona: «En el corazón de Murcia, siempre habrá Semana Santa».
