El maestro imaginero Francisco Salzillo talló cuidadosamente ocho de las nueve obras que, todos los Viernes Santo, la cofradía de Nuestro Padre Jesús saca a la calle. Con la maestría propia de los genios, y consciente de la importante labor que le había sido encomendada, el escultor labró las maderas que poco a poco se convirtieron en los misterios que narran las últimas horas de Jesús el Nazareno.

Cientos de penitentes teñidos de morado abrían las puertas de la Iglesia de Jesús el pasado viernes a las 8 de la mañana y allí, frente a una multitud de fieles madrugadores, se encontraba dispuesta la Santa Cena, el mayor grupo escultórico de los que desfilan en ´La mañana de los Salzillos´. Los espectadores, con la mirada fija en el pórtico, disfrutaron del bello espectáculo en «la mañana más huertana y barroca» de la Semana Santa de Murcia, tal y como señalaron algunas de las personas que habían acudido puntualmente a la cita.

La del Viernes Santo fue una mañana de luz y suave clima, que permitió que las tallas lucieran espléndidas. Y es que «Salzillo hizo las ocho imágenes pensando en que desfilarían con un sol radiante encima», explicaba un señor, que disfruta de la procesión desde hace más de cuarenta años, a dos seminaristas africanos.

La excelencia en la técnica del imaginero murciano, que consigue que parezca que las tallas van a cobrar vida por momentos para narrar a viva voz lo que le ocurrió al hijo de Dios, fue alabada por visitantes y locales. Los murcianos, que conocen la historia de la cofradía y de los pasos, ilustraban a los visitantes que, asombrados por la idiosincrasia de la procesión, comentaron los detalles llamativos: «Nos han contado que la Cena lleva platos típicos murcianos», explicó a esta Redacción Belén, una sevillana que cambió el palio y las saetas por las esparteñas y las puntillas, y que aseguró que, antes de volver a casa, quería «pasar por el museo de Salzillo a ver las imágenes con calma».

La mañana del Viernes Santo es un momento intenso para los murcianos. Las calles, hirviendo de gente, esperaban que La Santa Cena; La Oración en el Huerto; El Prendimiento; Los Azotes; La Verónica; La Caída; Nuestro Padre Jesús Nazareno; San Juan y la Dolorosa pasaran bajo los balcones engalanados para la ocasión y que los casi 4.000 nazarenos que acompañan a los salzillos fueran descargando los caramelos guardados bajo la túnica. Abuelos y padres desfilaron orgullosos con sus descendientes, que continúan con la tradición familiar de vestirse de morado cada Viernes Santo a primera hora. La pasión que los mayores sienten por su Semana Santa es tan grande que incluso alguno de los niños decidió, a modo de penitencia u ofrenda, hacer el recorrido descalzo.

Declaración de Bien de Interés

El Consejo de Gobierno aprobó el pasado Viernes de Dolores la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial a 'La Mañana de Salzillo´. Dentro de esta denominación se encuentra todo el conjunto de tradiciones desarrolladas en torno a la mañana del Viernes Santo en la ciudad de Murcia, que se materializan en esta procesión con las esculturas realizadas en el siglo XVIII por Francisco Salzillo.

Esta declaración pone de relieve la calidad artística de la obra escultórica, con trascendencia tanto en la Región, con la creación de toda una escuela de imaginería, como en la historia del Arte internacional.