Lorca comenzaba la celebración del Domingo de Ramos con homilías en conmemoración de este día y con las tradicionales bendiciones de palmas y ramos de olivos en las distintas iglesias de la ciudad, sedes también de los pasos. El Paso Encarnado lo hacía en la parroquia de San Cristóbal con su emotiva procesión , y ya en Santo Domingo, en la Capilla del Rosario, se bendecían las palmas, protagonistas en la tercera procesión de la Semana Santa lorquina, y en el segundo desfile bíblico- pasional. También se hacían entrega de las tres banderas insignes que fueron llevadas a los lugares donde horas más tarde fueron recogidas para su salida en procesión.

Durante todo el día las calles estuvieron coloreadas por cientos de personas que ya iban ataviadas con los trajes típicos hebreos, todas ellas participarían más tarde en la representación de la 'Entrada triunfal de Jerusalén', perteneciente al Paso Blanco.

En la Plaza de España sobre las 19:30 horas se empezó a gestar de forma progresiva la procesión, presidida por la Hermandad de la Curia (Paso Negro), que recorrió algunas de las calles principales de la ciudad. La avenida Juan Carlos I es donde se vive con más fervor, y donde miles de ojos no pierden detalle.

En este domingo blanco el Paso Azul salió en procesión con el Grupo del Faraón y una magnífica puesta en escena con vistosidad y colorido, en la que resaltaba la Barca Solar Sagrada de Ramsés II portada a hombros por esclavos y la gran carroza de Meiamen. Con el Paso Blanco en carrera los palcos temblaban. Hubo gritos, vivas y cánticos.

Cuando la banda interpretó 'El Tres' todo fue emoción. En su día grande el Paso Blanco cuenta con el 'El Pueblo Hebreo', que representa la entrada triunfal del señor en Jerusalén. La entrada del trono de San Juan llenó de emoción a los presentes.