“Tu salud no vale menos durante la semana del Black Friday, nunca te trates a bajos precios”.

Así de contundente es el mensaje que diversas sociedades científicas dedicadas a la medicina estética, nacionales e internacionales, mandan a la población. 

Como subraya la doctora Petra Vega, médico estético y tesorera de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).

  • “Es nuestro deber, año tras año, advertir de los riesgos que la campaña de rebajas del Black Friday puede ocasionar en la salud de los pacientes que eligen realizarse tratamientos rebajados”

Y es que bajo este tipo de ofertas o promociones pueden enmascararse procedimientos que no cumplen los estándares de calidad necesarios para la seguridad del paciente.

Tal y como explica el doctor Juan Antonio López-Pitalúa, presidente de la SEME

  • “Los médicos estéticos nunca ofertamos tratamientos médicos porque supondría una merma de la calidad de los mismos y de los productos utilizados, comprometiendo la seguridad y la salud de nuestros pacientes. Los riesgos pueden ir desde inflamación, alergias, hasta infecciones, necrosis o pérdida de la vista”.

¿Rebajas en un tratamiento médico? Desconfía

Antes de dejarnos llevar por las ofertas, los especialistas en medicina estética señalan un aspecto importante y es que el código deontológico de la profesión médica es muy claro al respecto: las campañas de rebajas para la aplicación de tratamientos estéticos faciales y/o corporales son contrarias al mismo.

Más concretamente, el artículo 65 de ese Código deontológico, en su punto 4 señala que “no es ético que el médico se preste a que sus servicios se ofrezcan como premio de concursos o promoción de negocios de cualquier índole”.

No obstante, y a pesar de las continuas denuncias de las sociedades científicas, se siguen ofertando tratamientos médicos rebajados con motivo del Black Friday. 

“Solo nos queda educar, informar a la población y enseñarles a elegir ciencia y salud”, en palabras de los doctores Ruth García Moro y Sergio Fernández, vocal y vicepresidente segundo de SEME respectivamente.

Los riesgos pueden ir desde inflamación, alergias, hasta infecciones, necrosis o pérdida de la vista.

Intrusismo e impunidad

Uno de los ámbitos de la medicina donde hay más intrusismo es en el de la medicina estética. Son muchas las personas que no están capacitadas, habilitadas ni autorizadas para realizar actos médicos de este tipo. 

Hablamos de personas que no cuentan ni con la licenciatura o grado en medicina, no tienen un número de colegiado, ni tampoco ejercen en centros autorizados por el Ministerio de Sanidad con la unidad U.48.

Y el número de denuncias recibidas y procesadas cada año crece considerablemente cada año ante la proliferación de estos ‘intrusos’. Desde la SEME indican que este año se podrían alcanzar hasta las 500 denuncias. 

¿Qué debemos tener en cuenta antes de empezar un tratamiento estético?

En cualquier caso, si estamos decididos a someternos a cualquier tratamiento de medicina estética, ya sea de antienvejecimiento o de remodelación corporal, desde la SEME nos ofrecen algunas recomendaciones para asegurar que va a ser un médico especialista quien la va a realizar. 

  • Título académico en Medicina: La medicina estética es una especialidad más, así que debemos asegurarnos de que la atención la realiza un médico con título o grado en Medicina. 
  • Número de colegiado: se debe comprobar el nombre y el número de colegiado del médico en la web de la Organización Médica Colegial (OMC).
  • Clínica U.48: Hay que confirmar que el centro donde nos van a hacer el tratamiento está autorizado por la Consejería de Sanidad de su comunidad autónoma y que cuenta con la licencia sanitaria necesaria, conocida como U.48.

No someterse a ningún tratamiento sin conocer previamente todos los detalles del mismo, los riesgos y complicaciones. FREEPIK

Consejos

Una vez que hemos comprobado que efectivamente va a ser un profesional sanitario quien nos va a tratar, los expertos en medicina estética aconsejan también: 

  • Explicar al médico que es lo que queremos lograr con la intervención y asegurar que este lo ha entendido. 
  • No someterse a ningún tratamiento sin conocer previamente todos los detalles del mismo, los riesgos y complicaciones. 
  • Si nos prometen que la intervención no tendrá efectos secundarios, debemos desconfiar. 
  • Si se nos ofrecen distintas modalidades de intervención, mejor optar siempre por la que sea menos invasiva. 
  • Junto a una exploración completa, el médico debe tomar fotografías del problema a tratar. Las fotos forman parte decisiva del historial clínico.
  • Como en cualquier otro ámbito de la medicina, no dude en pedir una segunda opinión. 
  • Antes del tratamiento se debe firma siempre un consentimiento informado. 
  • Siempre se debe desconfiar de cualquiera que prometa ‘milagros”.