El artículo original ha sido revisado y aprobado por la doctora Elisa Martín, y está actualizado en septiembre de 2022

Una de las enfermedades en las que influye más nuestra dieta es el colesterol, una sustancia de la que estamos hartos de oír hablar, pero de la que quizás no sabemos demasiado.

Pero como queramos o no queramos va a marcar nuestra salud desde ya, y más cuantos más años cumplamos, es importante tener unas nociones básicas que no ayuden a entenderlo.

El colesterol es una sustancia parecida a la grasa y cuya presencia en nuestro cuerpo es indispensable.

Se encuentra en nuestras células y lo necesitamos para producir:

  • Estrógeno
  • Testosterona
  • Ácidos biliares
  • Vitamina D
  • Y otras sustancias.

Pero el colesterol no se disuelve en un medio líquido, así que viaja a través de la sangre y lo hace adherido a unas proteínas que cuando lo llevan se llaman lipoproteínas.

Las lipoproteínas más importantes son las de baja intensidad, que forman el famoso colesterol malo. Y las de alta intensidad son las conocidas como colesterol bueno.

El colesterol malo (LDL)

Es el más presente en el cuerpo, y se encarga de transportar esta sustancia desde el hígado a los tejidos para su uso.

La cantidad que tengamos debe ser menor de 100, ya que si está por encima corremos el riesgo de que se acumule en las paredes de los vasos sanguíneos, lo que hará que se estrechen y que aumente el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Una de las posibles causas de que tengamos alto el colesterol malo es que lo heredemos.

Pero casi siempre se debe a que llevamos unos hábitos de vida muy poco saludables. Y eso tiene la ventaja de que nosotros mismos podemos prevenirlo, tratarlo y corregirlo.

¿Cuándo hay que controlarse el colesterol?

Un nivel alto de colesterol tiene la complicación añadida de que no presenta síntomas. Sólo podemos saber si está alto o no, mediante un análisis de sangre.

Por esa razón, según el prestigioso Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés):

  • Las personas deben hacerse el primer examen de detección de colesterol entre los 9 y los 11 años.

Desde esa edad, se debe repetir cada 5 años.

  • Más adelantes, los hombres de entre 45 y 65 años y las mujeres de entre 55 y 65 años está recomendado que se hagan exámenes de detección de colesterol cada uno o dos años.
  • Y las personas mayores de 65 años deben hacerse análisis de colesterol una vez al año.

¿Qué complicaciones nos puede provocar el colesterol LDL alto?

El primer riesgo y el más frecuente es que produzca una peligrosa acumulación en las paredes de las arterias (ateroesclerosis).

Estos depósitos, que se llaman placas, estrechan la capacidad de las arterias y pueden reducir el flujo sanguíneo, lo que puede provocarte complicaciones como:

  • Dolor en el pecho. Si las arterias coronarias, que son las que suministran sangre al corazón, se ven afectadas, podemos sufrir dolor en el pecho (angina de pecho) y otros síntomas de enfermedad de las arterias coronarias.
  • Ataque cardíaco. Ocurre cuando se suspende el flujo sanguíneo a una parte del corazón. La causa es que si las plaquetas se desgarran o se rompen, se puede formar un coágulo sanguíneo en el sitio de rotura, que puede bloquear el flujo sanguíneo o taponar una arteria.
  • Accidente cerebrovascular. De manera similar a un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular se produce cuando por similar razón, es decir, por un coágulo, se bloquea el flujo sanguíneo a una parte del cerebro debido.

¿Cuáles son las cifras del colesterol LDL?

Hay bastante unanimidad sobre las cifras en las que debe moverse nuestro colesterol, tanto malo como bueno.

Se mide en miligramos por decilitro.

Y en el caso del colesterol malo (LDL) estas son las cifras que publica la americana Clínica Mayo.

  • Menos de 70 mg/dL, es lo deseable para quienes tienen mucho riesgo de padecer enfermedades cardíacas
  • Menos de 100 mg/dL, ideal para personas de riesgo
  • De 100 mg/dL a 129 mg/dL, está estupendo.
  • De 130 mg/dL a 159 mg/dL, en el límite alto
  • 160 mg/dL a 189 mg/dL, alto
  • Más de 189 mg/dL, muy alto

Tratamiento y estatinas

En condiciones normales, para combatirlo sólo hace falta que llevemos una dieta saludable, que hagamos ejercicio habitualmente y, si es necesario y el médico nos lo manda, que tomemos una medicación específica para ello.

Y ahí entran en juego las estatinas, como la atorvastatina (Lipitor) y la simvastatina (Zocor), que son el tratamiento más común para el colesterol LDL alto.

Cuando no heredamos el colesterol alto...

Si no tenemos un problema genético, las causas que nos pueden provocar la subida del colesterol en nuestros análisis son muy variadas, pero la más frecuente de todas es la ingesta excesiva de grasas.

Sore todo las grasas trans y las saturadas, como las que se encuentran principalmente en:

  • La mantequilla
  • Los lácteos enteros
  • Los huevos
  • Las carnes
  • Los embutidos
  • Los productos de bollería...
  • Entre otros alimentos de consumo muy habitual y que son recomendables sólo en pequeñas cantidades.

Colesterol bueno (HDL)

Colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL por sus siglas en inglés) es lo que conocemos como colesterol "bueno".

Lo que hace el HDL es recoger el exceso de colesterol en la sangre y llevarlo de vuelta al hígado, donde se descompone y se elimina del cuerpo.

Si tienes niveles altos de colesterol LDL y bajos de colesterol HDL, el médico probablemente se enfocará primero en bajar el colesterol LDL. Los medicamentos conocidos como estatinas, como la atorvastatina (Lipitor) y la simvastatina (Zocor), son el tratamiento más común para el colesterol LDL alto.

¿Cuáles son los niveles óptimos de colesterol HDL?

Los niveles de colesterol se miden en miligramos (mg) de colesterol por decilitro (dL) de sangre, y cuando se trata de colesterol HDL, los números más altos son mejores.

Menos de 40 mg/dL en hombres, malo.

Menos de 50 mg/dL en mujeres, malo.

De 40 a 49 mg/dL en hombres, aceptable.

De 50 a 59 mg/dL en mujeres, aceptable.

Más de 60 mg/dL tanto en hombres como en mujeres, estupendo.

Los especialistas aseguran que, en líneas generales, podríamos decir que está demostrado que las personas que tienen niveles naturalmente más altos de colesterol HDL tienen menor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.