El doctor Juan Antonio López-Pitalúa, presidente de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) explica que las inyecciones de ácido hialurónico son utilizadas en el ámbito de la medicina estética para tratamientos “como reponer las pérdidas de volúmenes faciales debidos a la edad u otras causas”.

También, como explica el experto, hay pacientes que recurren a este procedimiento para conseguir

  • "Un aumento armónico de zonas faciales que se pueden realzar, como son los labios, surcos nasogenianos, pómulos o nariz. De la misma forma se puede utilizar en zonas corporales (manos, glúteos, caderas, etc.) para compensar una pérdida de volumen o para resaltar una zona cuya armonía no sea acorde con el área que la circunda".

Pero el intrusismo, que tanto afecta a esta especialidad médica en nuestro país y en el resto de Europa, puede tener graves prejuicios para la salud de los pacientes, cuando quienes aplican estos tratamientos no son médicos. 

Desde principios del año 2022, la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento y Productos Sanitarios francesa (ANSM, en sus siglas en francés) ha recibido unos cuarenta informes de reacciones adversas después de inyecciones de ácido realizadas por personas no autorizadas. 

Los efectos adversos cuando el tratamiento no se realiza por un médico pueden llegar hasta infecciones graves o necrosis de la piel.

Estos efectos adversos, que pueden llegar hasta infecciones graves o necrosis de la piel, están relacionados principalmente con prácticas irregulares, como el incumplimiento de las condiciones de higiene o una inyección mal realizada.

También en España, recientemente, un juzgado de lo penal de Barcelona ha reconocido que el personal no médico no puede realizar tratamientos de medicina estética. Y ha dictado sentencia condenatoria a 16 meses de prisión por un delito de intrusismo, salud pública y lesiones en Cataluña. 

¿Qué requisitos debe cumplir este tratamiento estético?

La agencia de seguridad del medicamento francesas advierte que los ácidos hialurónicos inyectables con fines estéticos son absorbibles durante un periodo de tiempo más o menos largo, dependiendo de su naturaleza y concentración. 

Su uso está regulado y reservado a los médicos, porque sólo ellos, por su formación y conocimientos adquiridos, conocen la anatomía de la cara y el cuerpo. 

Además, tanto la SEME como la ANSM, además de que sean realizados por médicos especialistas, las inyecciones de ácido hialurónico requieren: 

  • Condiciones de higiene (la llamada "asepsia", gracias al cambio de jeringa, botella, desinfección de las instalaciones, etc.).
  • Determinar el producto inyectable según las zonas que se vayan a inyectar.
  • Además, la inyección de ácido hialurónico requiere un repaso de los aspectos básicos de la salud del paciente, en especial si padece alergias o enfermedades autoinmunes. 
  • El uso de las inyecciones de ácido hialurónico requiere que la persona que recibe el tratamiento esté debidamente informada sobre los efectos y riesgos involucrados. También se debe darle toda la información sobre la trazabilidad del producto inyectado (tipo, marca, número de lote). 

Solo un médico tiene los conocimientos y medios para actuar antes cualquier complicación. Nensuria. FREEPIK

Las graves consecuencias para la salud del intrusismo en medicina estética

Las reacciones adversas más comunes relacionadas con el uso indebido de las inyecciones de ácido hialurónico y con que el tratamiento no lo realicen especialistas en medicina estética son muchos y, en algunos casos, muy graves.

En el caso de que la inyección del producto no cumpla con las normas asépticas: 

  • Puede provocar una infección local del área donde se inyectó el producto. Infección que, si no se trata rápidamente, puede llegar a generalizarse provocando septicemia. 
  • Contaminación viral (incluido el VIH) o bacteriana si se comparte el equipo utilizado.

Si no se pincha el ácido en el lugar correcto, sino en un vaso sanguíneo, cosa plausible si no lo realiza un médico, las consecuencias pueden ser: 

  • Necrosis, que puede llegar a suponer una amputación de los tejidos. 
  • Ceguera, si el vaso afectado es de los que riega el ojo.
  • A largo plazo, también es un riesgo la mala posición del producto inyectado, debido a su migración y a una inflamación de los tejidos inyectados.

Mejor estar en manos de un médico

En cualquier tratamiento, por mínimo que sea, pueden surgir complicaciones más o menos graves. Y estar en manos de un médico siempre es lo mejor. 

Solo ellos saben y cuentan con los medios para controlar los efectos secundarios inmediatos, como una alergia al producto inyectado (shock anafiláctico), necrosis / isquemia (vasos sanguíneos obstruidos), el tratamiento médico adecuado (antibiótico, antiinflamatorio, hialuronidasa, etc.) y el seguimiento. 

Además, dominan las normas de higiene relacionadas con los actos de cuidado, pero también las de los residuos quirúrgicos (por ejemplo, la jeringa sucia) que evitan el riesgo de contaminación por el VIH, las enfermedades transmisibles por hepatitis C, etc.