Blanqueamiento, ortodoncia, bruxismo, protectores para deportes de riesgo de rugby… Son algunos de los tratamientos dentales en los que el odontólogo aconseja el uso de férulas, que son un aparato, fabricado en plástico o resina, y que cubren de forma parcial o total los arcos dentarios.

La retirada de la ortodoncia, sea con los tradicionales brackets metálicos o con alineadores invisibles, no supone el fin del tratamiento. Para que los resultados de la ortodoncia duren el mayor tiempo posible (y se mantenga la posición de los dientes) , es importante seguir las indicaciones del especialista y, una de ellas, es la del uso de los retenedores, que pueden ser fijos o removibles.

Si se trata de un retenedor fijo, una barra lingual anclada a los caninos, el principal cuidado es morder con cuidados, sobre todo con los incisivos. Aunque se trata de un alambre resistente, se podría romper si se muerde o se tira mientras come determinados alimentos. 

En cambio, hay que prestar especial atención si el odontólogo ha optado por el uso de retenedores removibles. Las férulas, que se deben usar en un primer momento durante todo el día y posteriormente sólo por la noche, requieren de un cuidado para evitar que se deterioren y estén como el primer día.

La doctora Patricia Bratos, ortodoncista en la Clínica Ferrus & Bratos, nos da las claves para mantener a raya las bacterias de las férulas, alineadores y retenedores.

¿Con agua es suficiente?

No. Basta con usar un cepillo para limpiar prótesis, agua y jabón neutro. Una vez por semana, no está de más que lo sumerjamos en un vaso con agua y una pastilla especial para lavar prótesis dentales

Tal y como señala la odontóloga a este portal, no es recomendable el uso de pasta de dientes y colutorios para desinfectar las férulas, puesto que el dentífrico puede hacer que la férula termine siendo un poco opaca y pierda sus características estéticas. 

Los retenedores son un aparato de contención tras el tratamiento de ortodoncia Freepik

¡No olvides la funda!

Al igual que es importante desinfectar regularmente los retenedores, no hay que olvidar hacerlo con la funda donde protegemos las férulas. Eso sí, hay que evitar que estén húmedas antes de guardarlas para evitar la aparición de bacterias que pudieran comprometer nuestra salud bucodental. 

El estuche, semanalmente, podemos sumergirlo en un vaso con agua y pastillas especiales para limpiar prótesis. Después, lo enjuagamos bien con agua y secamos”, explica la doctora Bratos. 

¿Cómo evitar el mal olor en las férulas?

Para ello, como subraya la especialista, hay que recurrir a productos específicos. No solo porque están diseñados especialmente para el cuidado de este tipo de aparatos, sino que evitarán su deterioro. El uso de retenedores tras el tratamiento de ortodoncia, por ejemplo, está indicado de por vida, por lo que es fundamental cuidarlos para preservar su función.

Así, siempre debemos lavarnos los dientes antes de volver a ponérsela. También “es importante no comer ni beber con ellas puestas. Aunque se trate de líquidos, también se queda alojado en el interior de la férula y podemos tener problemas de caries, especialmente si abusamos de los refrescos o bebidas azucaradas”. 

Hilo dental antes de colocarlas de nuevo

El hilo dental es un gran aliado en la higiene bucodental. Si se utilizan alineadores dentales, férulas o descargas no hay que olvidar el uso de hilo dental como cuidado básico de tus dientes que, sumado a los irrigadores bucales, evitarán la aparición de problemas dentales como caries. 

Según un último informe, en España, más del 31% de los niños menores de 6 años tiene caries. También se estima que unos 33 millones de españoles adultos presentan daño en la superficie o esmalte de un diente. 

¿Qué hacemos si estamos fuera de casa?

La especialista aconseja que si tenemos previsto comer en un restaurante, vayamos provisto de la funda para poder guardar la férula. “Para evitar que se ensucien, deben guardarse siempre en su caja y evitar dejarlas envueltas en servilletas (que es lo que solemos tener a mano cuando vamos fuera a comer) para evitar su pérdida o rotura”.