Pareja y sexualidad

¿Cómo mejorar la comunicación con mi pareja?

Si la comunicación no fluye en una pareja será más difícil que haya disposición a contar un problema o resolver una cuestión

Si la comunicación no fluye en una pareja será más difícil que haya disposición a contar un problema o resolver una cuestión

Jose María Tovar Ferre

Mejorar la comunicación es probablemente la cuestión más demandada por los pacientes en terapia de pareja. Desde que empezamos a comunicarnos siendo bebés hasta que alcanzamos la edad adulta, la comunicación que hemos aprendido se ha basado especialmente en lo que hemos escuchado en casa. A su vez, nuestros padres integraron unos esquemas de comunicación con nosotros que estaba influido por la que vivieron con sus padres, y así generación tras generación.

En la comunicación no solo es importante el qué (las palabras que usamos) sino también el cómo: el tono, el volumen, los gestos, la interrupción y la atención. No hay nada más frustrante que hablar con tu pareja y sentir que no te está escuchando, deduciendo que el tema no le interesa en absoluto. Aquí es donde una discusión puede acabar en un conflicto.  

En consulta siempre hacemos hincapié en que la discusión forma parte de las relaciones humanas, y aunque habitualmente se utiliza en un sentido negativo, la discusión es siempre necesaria. Es imposible estar de acuerdo en todo con tu pareja, y en esos desacuerdos debemos utilizar la discusión como una herramienta de negociación. Si no disponemos de esas herramientas, estamos en serio peligro de convertir la discusión en un conflicto.

Un conflicto se genera cuando algún miembro de la pareja no tiene habilidades para discutir con su pareja, ya sea porque se altera, grita, insulta, desprecia, interrumpe o utiliza el silencio para evitar ciertos temas. Cuando alguien cruza alguna de estas líneas rojas se puede producir un contagio emocional, donde ambos inician una comunicación totalmente tóxica que acabará explotando y generando un distanciamiento que puede durar minutos, horas o incluso días. Cuando se produce esta espiral conflictiva, habitualmente actuamos de forma visceral, donde probablemente lo que digamos no sea exactamente lo que sintamos.

Otra forma de llegar al conflicto es reaccionar automáticamente de forma negativa a una interpretación que hemos hecho de una acción o un comentario de nuestra pareja. A veces, podemos sentir que nuestra pareja nos ha dicho o hecho algo con la intención de ofendernos o humillarnos, pero, ¿podríamos estar equivocados? ¿Quizá lo entendimos mal? ¿Quizá él no se expresó de la mejor manera? Habitualmente, no nos hacemos estas preguntas y reaccionamos en base a nuestra interpretación, que puede estar equivocada. Aquí, mi consejo es que siempre que sientas que tu pareja te pueda estar dañando, explícale cómo te está haciendo sentir y asegúrate de que has hecho una interpretación correcta de sus palabras.

Si la comunicación no fluye en una pareja será más difícil que haya disposición a contar un problema o resolver una cuestión que no está satisfecha en la relación, lo que puede conllevar un distanciamiento emocional y poner en peligro la pareja. Como decía al principio, nuestros aprendizajes disfuncionales nos influyen, pero no nos determinan. Por eso, la terapia de pareja es un espacio donde poder aprender una nueva forma de comunicarnos, siendo recomendable no esperar a que la relación esté gravemente deteriorada para buscar ayuda profesional.

Resuelve tus dudas sobre celos y problemas de pareja

Llega una nueva edición del encuentro digital sobre Problemas de Pareja y Sexualidad, en este caso dirigido por Jose María Tovar Ferre, del Instituto de la Pareja. Responderá el próximo miércoles 19 de abril a las 18:00 horas a las preguntas de los lectores sobre las dudas que tengan ¡Envía las tuyas!