Un estudio dice la enfermedad que podrías padecer en un futuro: ¡cuidado!

Un reciente estudio desvela un síntoma que muchos podemos tener y que podría ser un aviso de un síndrome común en la vejez

Un estudio dice la enfermedad que podrías padecer en un futuro cuidado

Un estudio dice la enfermedad que podrías padecer en un futuro cuidado

Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, o al menos deberíamos. El insomnio es un síntoma de enfermedades y un factor que favorece la aparición de muchas otras. Casi todos somos conscientes de la importancia de un buen descanso y de dormir al menos 6 horas cada noche del tirón.

Sin embargo, cuando hablamos de buen descanso parecemos olvidarnos de esas noches en las que despertamos empapados en sudor o con el corazón latiendo a un ritmo tan acelerado que nos asusta. En efecto, estamos hablando de las pesadillas. ¿Pueden ser un aviso de algo malo?

Pesadillas que se repiten

Experimentar pesadillas ocasionales no tiene mayor importancia, aunque sí interfieren con lo que se entiende como correcto descanso, en especial si llegan a despertarnos sobresaltados. Hay pesadillas que se repiten y casi todos conocemos, como esa en la que nos falta una asignatura por aprobar o la otra en la que nos caemos al vacío.

Sin embargo, cuando decimos que las pesadillas que se repiten avisan del riesgo de padecer una grave enfermedad, no nos estamos refiriendo a la temática de las mismas, sino a la frecuencia con que se sufren.

Según un estudio publicado en eClinicalMedicine de The Lancet, las personas mayores o de mediana edad que experimentan pesadillas o sueños vívidos y angustiosos con frecuencia, presentan un riesgo hasta 4 veces superior de desarrollar una demencia en el transcurso de 10 años que quienes tienen dulces sueños por lo general.

¿Qué se entiende por pesadillas frecuentes? El estudio citado se ha basado en una media de, al menos, una pesadilla por semana.

La demencia no es una enfermedad en sí, sino un síndrome asociado a un deterioro cognitivo. En ocasiones, la demencia es un síntoma de enfermedades neurodegenerativas, mientras que en otras es consecuencia de un envejecimiento del cerebro, con pérdida de funciones cognitivas, alentado por la falta de entrenamiento.

En efecto, el cerebro no es un músculo, aunque podríamos asumir que responde de manera similar al entrenamiento, en este caso cognitivo. Se sabe que un buen descanso, en lo referente a horas y calidad del sueño, junto con la actividad mental ayudan a retrasar la aparición de algunas enfermedades neurodegenerativas y pueden ayudar a prevenir otros casos de demencia, como la famosa demencia senil.